El príncipe de Gales y su esposa Camilla, duquesa de Cornualles, han iniciado una visita oficial de tres días a Cuba carente de contenido político pero que busca desplegar la diplomacia constructiva británica profundizando en la relación bilateral sin dejar de lado los disensos.
Es el primer viaje oficial a la isla de miembros de la realeza británica y se enmarca en el estrechamiento de vínculos iniciado en 2016 con el viaje a la isla del entonces ministro de Exteriores y actual ministro de Hacienda del Reino Unido, Philip Hammond.
Carlos de Inglaterra y su segunda esposa fueron recibidos a pie de pista por la viceministra de Relaciones Exteriores del país caribeño, Ana Teresita González Fraga. Tras una breve reunión en una sala de protocolo del aeródromo, el heredero de la corona británica y la duquesa de Cornualles se dirigieron junto a su comitiva a la conocida Plaza de la Revolución de la capital cubana para rendir tributo al prócer independentista José Martí. Allí, Carlos de Inglaterra depositó una ofrenda floral.
El príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles serán recibidos por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en el Palacio de la Revolución, y posteriormente se celebrará una cena de gala. Harán un recorrido matutino por La Habana Vieja, el casco histórico de la capital declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1982, en compañía del historiador de la ciudad, Eusebio Leal.
El príncipe de Gales ha mostrado interés sobre las experiencias cubanas en la aplicación de la agricultura orgánica, las energías renovables, el desarrollo comunitario y la danza, mientras la atención de la duquesa de Cornualles se centra en el combate a la violencia de género y los logros cubanos en educación y salud.