El hombre que el pasado 6 de enero mató a cinco personas en el aeropuerto de Fort Lauderdale (Florida), el estadounidense de origen puertorriqueño Esteban Santiago Ruiz, comparece este lunes ante la justicia por primera vez desde que se entregó a la policía.
La jueza federal Alicia Valle le preguntará a este exmilitar de 26 años, que combatió en Irak y fue miembro de la Guardia Nacional, si entiende las tres acusaciones que le fueron formuladas por la Fiscalía del Distrito Sur, las cuales pueden suponerle la pena de muerte si es hallado culpable en el juicio.
Santiago, que se encuentra en una cárcel del condado de Broward, vecino al de Miami-Dade, fue acusado de un acto de violencia contra personas en un aeropuerto internacional, de usar un arma de fuego en el curso de un crimen violento y de causar la muerte de personas haciendo uso de un arma de fuego.
La jueza debe también establecer en la comparecencia si Santiago Ruiz cuenta con un abogado o si es necesario asignarle el caso a uno de oficio. Esos son los principales propósitos de esta primera cita de Santiago ante la justicia, según medios locales.
El joven nacido en Nueva Jersey ha admitido ante la policía que planeó el ataque que llevó a cabo en el aeropuerto internacional de Fort Lauderdale, según han informado fuentes cercanas a la investigación, que es dirigida por el agente George Piro, de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). Hasta ahora no se ha descartado que se trate de un acto terrorista.
Esteban Santiago llegó el pasado viernes al aeropuerto internacional de Fort Lauderdale en un vuelo procedente de Minneapolis, donde hizo una conexión en su viaje desde Anchorage (Alaska), ciudad en la que residía.
Solo tenía un pasaje de ida y había facturado una maleta donde llevaba únicamente una pistola subautomática de 9 milímetros y dos cargadores. Recogió su maleta, fue al baño y volvió a la sala con la pistola en la cintura bajo un suéter azul, de acuerdo con testigos y los vídeos de seguridad del aeropuerto.
Un vídeo de seguridad difundido este domingo muestra cómo Santiago, que no da señal alguna de nerviosismo, saca la pistola y empieza a disparar a las personas que se encuentran en ese momento en la sala de recogida de equipajes de la Terminal Dos del aeropuerto de Fort Lauderdale, a 40 kilómetros de Miami. Cinco personas murieron y otras ocho fueron alcanzadas por los disparos, de las cuales seis siguen hospitalizadas.