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SEIS VOTOS FRENTE A CINCO
El Supremo de Brasil rechaza el recurso de 'habeas corpus' de Lula y vota a favor de que ingrese en prisión
El expresidente, Lula Da Silva, está más cerca de ingresar en prisión por corrupción después de que el Tribunal Supremo haya rechazado su recurso en una sesión que ha durado más de once horas. Lula quedaría fuera de la carrera de las elecciones presidenciales de octubre.
El Tribunal Supremo Federal de Brasil ha rechazado el recurso de 'habeas corpus' presentado por la defensa del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y vota a favor de que éste ingrese en prisión por su condena por corrupción.
Tras once horas de debate, la presidenta de la corte, Cármen Lúcia ha desempatado la votación, que contaba con cinco votos a favor y otros cinco en contra, según ha recogido el diario local 'O Globo'.
Ahora, con seis votos en contra del 'habeas corpus' presentado por el exdirigente, el tribunal ha dado su veredicto sobre la apelación con la que Lula pretendía evitar su ingreso en prisión hasta agotar todos los recursos posibles contra dicha condena, que supondría su permanencia en prisión durante 12 años por delitos de corrupción pasiva y blanqueo de capitales por aceptar un tríplex de lujo en Sao Paulo como pago de la constructora OAS por sus favores políticos.
El líder izquierdista ha agotado prácticamente la segunda instancia y solo le queda acudir a los altos tribunales, el STF y el Tribunal Superior de Justicia, para revertir la condena.
Una vez firme, la sentencia impedirá que pueda competir en las elecciones presidenciales del 7 de octubre. A pesar de su implicación en un entramado de corrupción, Lula continúa siendo uno de los políticos más populares del país.
El expresidente figura como el favorito de cara a los comicios presidenciales. La decisión del Supremo contra Lula supone un duro golpe para Lula, que se ha visto envuelto en varios casos de corrupción que han puesto en tela de juicio el establishment político y al Partido de los Trabajadores (PT), que sostuvieron el poder entre 2003 y 2016.
La sociedad brasileña continúa profundamente dividida dado que la sucesora de Lula, Dilma Rousseff, fue depuesta tras un 'impeachement', juicio político, en el marco de otra escándalo de corrupción.
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