Las elecciones en Brasil dividen en dos al país a falta de un día de la segunda vuelta entre Lula y Bolsonaro

Este mismo domingo se celebra la segunda vuelta de las elecciones en Brasil y las encuestas dan una ligera ventaja a Luis Inácio Lula da Silva. Un país contagiado por la falta de simpatía mostrada en el último debate electoral televisivo entre Lula y Jair Messias Bolsonaro y que se encuentra completamente polarizado.

En la primera vuelta, Lula obtuvo el 48,4% de los votos, mientras que Bolsonaro se quedó con el 43,2%. Al no conseguir ninguno de los dos la mitad de los votos válidos, se volverán a ver las caras en las urnas el domingo 30 de octubre, en una segunda vuelta.

Lula, favorito en las encuestas

Ahora, la víspera de unas elecciones que serán decisivas y que definirán el devenir de Brasil está marcada por la incertidumbre. A pesar de que las encuestas dan como ganador al líder del Partido de los Trabajadores, la última, llevada a cabo por 'Datafolha', refleja que el 49% de los ciudadanos tiene intención de votar a Lula, por un 45% a favor de Bolsonaro.

El portal 'Pollstergraph' también otorga un mayor porcentaje de votos a Lula, aunque con un margen menor respecto a su rival, de un 47,7% contra el 45,1%, respectivamente, dando lugar una mayor importancia, por tanto, al 5% de electores indecisos o dispuestos a votar en blanco.

La polarización de la sociedad también está marcada por dos opciones a votar que son prácticamente antagónicas. Por un lado, la alianza socialdemócrata que rodea a Lula de Silva, mientras que Bolsonaro propone un Gobierno de extrema derecha, mostrando incluso apego a los regímenes militares.

Brasil, dividida

Además, la división entre los ciudadanos se ha incrementado después del último debate televisivo entre ambos candidatos a la presidencia. Más que un intercambio de ideas entre Lula y Bolsonaro, lo que hubo fue una reyerta. "Priorizaron el intercambio de acusaciones y abandonaron las propuestas", dijo el diario 'Folha'.

Ambos se acusaron, entre otras cosas, de mentir. "El color amarillo es el de la esperanza de Brasil y no el rojo que es el del comunismo", expresaba el actual presidente. "Este comportamiento insensato es el que gobierna Brasil desde hace prácticamente cuatro años", le replicaba Lula.

Mientras tanto, los analistas políticos apuntan a que Bolsonaro está buscando la manera de revertir la ventaja de su oponente y está sembrando el terreno para denunciar fraude electoral si pierde en las urnas, algo parecido a lo que hizo Donald Trump en 2021.

De hecho, ya pidió a la justicia electoral que investigara el caso de las irregularidades en las publicidades electorales, algo que fue rechazado.

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