Elecciones Estados Unidos
Elecciones EEUU 2024: Lo que ha empujado y lo que ha lastrado a Donald Trump y Kamala Harris
Tanto Kamala Harris como Donald Trump han exprimido una campaña intensa que ha mostrado sus fortalezas y debilidades.
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23 de agosto de 2024: convención Demócrata en Chicago. La elección de Kamala Harris desata la euforia. La abogada de 60 años y actual vicepresidenta es la favorita y no el presidente Biden, de 81 años, para luchar contra el peso pesado de los republicanos: Donald Trump.
El expresidente y magnate de los negocios ya tiene 78 años y una interminable lista de procesos judiciales. Escándalos que acabarían con cualquiera. Pero no con él, experto en el arte de la supervivencia y el victimismo. "Esto es una desgracia" ha sido una de las frases mas repetidas en sus continuas idas y venidas a los juzgados junto a que todos sus problemas con la justicia están provocados por "una cacería política por el ser el favorito de las encuestas".
Su intento de asesinato en julio durante un mitin en Butler, Pensilvania, lo convierte al instante en héroe y lo aupa en las encuestas. Su retórica agresiva repleta de insultos a su rival no le pasa factura y enardece a sus fieles. Tampoco le hizo demasiado daño el único debate con Harris del que no salió bien parado al acusar a los inmigrantes que llegan a Estados Unidos de comerse los perros y gatos de los americanos.
La demócrata, primera mujer y además de una minoría que podría llegar al Despacho Oval, logra récord de recaudación desde el momento de su nominación: casi 900 millones de dólares en solo 3 meses.
"Cuando luchamos, ganamos" es el mensaje optimista de Harris que insiste en que cada voto cuenta. Harris, que ha exhibido durante toda la campaña el apoyo de estrellas de la música y el cine, también tiene que lidiar con los deslices del Presidente Biden.
"La única basura que veo flotando por ahí es la de sus partidarios" esta frase de Biden, molesto por las palabras de un humorista que durante un mitin de Trump llamó basura a los habitantes de Puerto Rico, fue al final un regalo para el republicano.
"250 millones de americanos no son basura" esa fue su respuesta a la polémica y lo hizo vestido con un chaleco naranja para después subirse a un camión de basura explotando otra de sus virtudes: generar titulares.
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