Unas elecciones que vuelven a levantar un muro en Alemania: "Merz tiene que intentar, entre comillas, caricaturizar a la ultraderecha"

Incertidumbre, incertidumbre y más incertidumbre. El mundo parece ser, cada día un poco más, un lugar imprevisible. En medio de los desplantes de Donald Trump hacia Europa, en medio de unas supuestas negociaciones de paz en las que no se incluye a Ucrania, y con una economía estancada, los alemanes han dado un giro de guion en las urnas.

El bloque conservador liderado por Friedrich Merz ha ganado las elecciones legislativas alemanas del pasado domingo, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) duplica sus últimos resultados y se sitúa como segunda fuerza y los socialdemócratas del canciller saliente, Olaf Scholz, se han desplomado.

Friedrich Merz apuesta por cerrar "rápidamente" una nueva coalición de Gobierno, en principio entre el bloque conservador y los socialdemócratas. Pero, ¿cuáles son los retos que afronta la que fue y quiere seguir siendo la locomotora europea? Desde la Newsletter hemos trasladado esta pregunta a Javier Hernández, redactor de Internacional de Antena 3 Noticias, que ha cubierto los comicios desde el terreno.

"El primer reto inmediato es conseguir superar lo que ellos llaman una especie de techo de gasto que prevé la constitución alemana. Digamos que para hacer una gasto extraordinario, como tienen que hacer ahora en materia de Defensa, tienen que reformar la Constitución y para ello necesitan tener 2/3 del Parlamento. En el Parlamento nuevo, el resultante tras las elecciones del 23 de febrero, si votan en contra de esa mayor inversión militar la ultraderecha y la izquierda Die Linke, que ha crecido mucho, es imposible conseguir esa mayoría necesaria. Entonces, están intentando que lo apruebe el Parlamento antiguo. Como no se ha constituido todavía el nuevo, entonces sí podrían sacar adelante esa reforma constitucional y poder invertir más. ¿Por qué invertir más? Digamos por la amenaza que llega de EE.UU., la sensación de que Estados Unidos va a dejar la defensa europea en manos de los europeos, entonces Alemania tiene que asumir un rol más importante y tiene que gastar más".

La sombra de la Segunda Guerra Mundial y el nazismo hizo que los gobiernos pasados en Alemania fueran reticentes durante mucho tiempo a incrementar el gasto en Defensa, pero la guerra en Ucrania y el regreso de Trump a la Casa Blanca ha obligado a replantearse las cosas.

Esta mayor inversión llega en un momento en el que la economía alemana está estancada. El PIB alemán registró en el cuarto trimestre de 2024 una contracción del 0,2%, frente al crecimiento del 0,1% en los tres meses anteriores. Estos datos indican que la mayor economía europea encadena dos años consecutivos en recesión, después de la caída del 0,3% observada en 2023.

Y precisamente, ahí podría estar la explicación al auge incontestable de la ultraderecha. Javier Hernández analiza: "¿De qué se nutre la ultraderecha? ¿Qué tiene que hacer Merz para intentar que hayan tocado techo con ese 20%? Mejorar la economía. La mayor preocupación que tienen los alemanes a día de hoy, a parte de la inmigración, básicamente es la economía. Es un país que se ha estancado, lleva dos años en recesión".

El mapa alemán tras las pasadas elecciones deja una pregunta en el aire: ¿Cayó totalmente el muro aquel 9 de noviembre de 1989? La barrera física cayó, pero algunos apuntan que hay una división emocional que nunca llegó a unificarse.

La AfD se impuso con solvencia "en los seis estados federados del este, que son los que económicamente están menos desarrollados. La ultraderecha se alimenta de desigualdad, por supuesto de la xenofobia. Echan la culpa de la crisis económica a la llegada de inmigrantes, entonces Merz tiene que equilibrar un poquito eso. Los socialdemócratas no están para exigir porque han tenido un resultado históricamente desastroso, pero, seguramente, Merz va a intentar restringir mucho la llegada de inmigrantes y los socialdemócratas intentarán que no sea tanto. Tiene que jugar con ese equilibrio" opina Hernández.

En 2015 la entonces canciller Angela Merkel abrió las puertas de Alemania a los refugiados que huían de la guerra en Siria, ese año se calcula que más de 2 millones de personas llegaron al país. La población no ha dejado de recibir inmigrantes y, por tanto, de crecer compensando la caída de la natalidad y el envejecimiento. Pero también han aumentado los problemas que tienen que ver con la integración.

Javier Hernández insiste en que "en clave nacional tiene básicamente el problema de la ultraderecha, una ultraderecha que está más fuerte que nunca con un 20% de los votos y que va a ser una oposición furibunda porque, a la ultraderecha le conviene quedar prácticamente como única oposición a ese 'establishment'". Además apunta que Merz ha de intentar "entre comillas, caricaturizarla, que quede claro que los postulados que defiende la ultraderecha, en el 90% son inviables, y su intención tiene que ser que Alice Weide no adquiera el papel de jefa de la oposición con un estatus responsable. Tiene que conseguir que queden como algo poco viable" y finaliza su reflexión con un interrogante: "A ver si lo consiguen".

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