El elefante Kaavan pasó este domingo su última jornada en el zoo de Islamabad donde ha vivido encerrado 35 años en Pakistán, país que abandonará esta madrugada volando a Camboya donde será liberado en un santuario, tras una campaña liderada por Cher. "Hemos contado los días y soñado con este momento durante mucho tiempo y finalmente ver a Kaavan fuera del zoo será un recuerdo que permanecerá siempre con nosotros", afirmó en un comunicado Cher, quien ha pasado los últimos días en la capital paquistaní junto con su organización Free the Wild.
El paquidermo de 37 años y casi cinco toneladas de peso fue sedado e introducido por 20 personas con cuerdas en un contenedor que fue después subido con una grúa a un camión en el que será transportado al aeropuerto de Islamabad. Kaavan volará esta madrugada en el contenedor hasta la ciudad camboyana de Siem Reap, con una parada para repostar en Delhi, en un avión de carga ruso.
Una vez allí, Kaavan primero vivirá solo en cuarentena y cuando este listo para socializar se le permitirá unirse a otros elefantes en libertad. Este complicado viaje llega tras meses de preparación del elefante que sufría sobrepeso y problemas mentales tras años encadenado y solo tras la muerte de su compañera Saheli en 2012. Amir Khalil, el jefe del equipo de Four Paws International que se ocupa del traslado del paquidermo, cuidó al elefante esos meses, cantándole canciones de Frank Sinatra y pasando tiempo con él.
"Noté que necesitaba una conexión. Nadie se ha preocupado por él en muchos años", dijo el veterinario austriaco de origen egipcio con 27 años de experiencia y que ha evacuado a animales de zonas en conflicto en Siria, Irak o Gaza. Tras ello, las últimas semanas Ingo Schmidinger, miembro de Four Paws, ha entrenado al animal para que se acostumbre al contenedor.
El destino de Kaavan lleva años en el aire. En 2016, el Parlamento paquistaní recomendó que el elefante, un regalo oficial del Gobierno de Sri Lanka en 1985, fuese liberado en un santuario dado su mal estado, unas buenas intenciones que quedaron en nada. Pero activistas por los derechos de los animales lanzaron una campaña en favor de la liberación del paquidermo, que finalmente acabó con éxito.