El tifón Lekima, el más potente que azota China desde 2014, dejó al menos 28 muertos y 20 desaparecidos según el último balance ofrecido por las autoridades locales. Estas cifras, citadas por la agencia estatal de noticias Xinhua, se registraron principalmente en el condado de Yongjia, situado en la provincia oriental de Zhejiang, donde las lluvias torrenciales provocaron un corrimiento de tierra que bloqueó los ríos e hizo que un embalse se desbordara, arrastrando a los pobladores de localidades cercanas. Estas muertes en China se suman a la de un hombre de 64 años en Taiwán, que cayó de un árbol mientras trataba de podar las ramas como precaución ante el tifón.
Más de un millón de personas han sido evacuadas hasta ahora, y las autoridades estiman en unos cinco millones el número de afectados En Zhejiang, provincia donde el Lekima tocó tierra en la madrugada del sábado, más de 173.000 hectáreas de cultivos y 34.000 casas han resultado dañadas a su paso, causando pérdidas económicas directas de 14.570 millones de yuanes (2.063 millones de dólares, 1.824 millones de euros).
El Gobierno central anunció un fondo especial de 30 millones de yuanes (4,2 millones de dólares, 3,8 millones de euros) para ayudar a los afectados por el Lekima en Zhejiang. Con vientos de hasta 187 kilómetros por hora, este tifón -el noveno registrado este año en el gigante asiático- ha obligado a cancelar cientos de ferris, vuelos y a cortar tramos de algunas líneas ferroviarias.
A pesar de que seguirá dirigiéndose hacia el norte a una velocidad de unos 15 kilómetros por hora, las autoridades meteorológicas de China aseguraron que el tifón irá debilitándose paulatinamente. Su próxima parada será la provincia de Shandong, adonde se espera que llegue a última hora de hoy; también se prevé que cause fuertes tormentas en las regiones de Anhui, Fujian y Jiangsu.