Elon Musk se pone exigente con sus empleados: quiere que trabajen 120 horas a la semana y sin cobrar

El multimillonario Elon Musk ha vuelto a dar de qué hablar. La mano derecha de Donald Trump es ahora el encargado de recortar los gastos en funcionarios públicos, y sus propuestas están siendo muy polémicas. Los trabajadores de Estados Unidos tienen actualmente una jornada laboral estándar: 8 horas al día y 40 horas semanales, con el derecho de cobrar las horas extra. Pero Musk no lo ve suficiente.

En una reciente publicación en X, su propia red social, el magnate aseguraba que sus empleados del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) trabajan 120 horas semanales, una cifra muy por encima de la media. Como ya es frecuente, las palabras de Elon Musk revolucionaron a los usuarios. Mientras sus seguidores más fieles lo ensalzaban como un "héroe" por su dureza y rapidez de acción, otros lo criticaban por ser un "jefe terrible" con intenciones que se salen de lo legal.

Más horas y ninguna retribución

Después de que Donald Trump nombrara al magnate "jefe de reducción de costes" el pasado mes de noviembre, este no ha parado de generar controversias con sus propuestas. A los pocos días de crear la cuenta de DOGE en X, Musk hizo un llamamiento a las personas con alto cociente intelectual para que trabajen para él sin cobrar.

En palabras del sudafricano, "necesitamos revolucionarios con un coeficiente intelectual muy alto dispuestos a trabajar más de 80 horas a la semana para recortar gastos". Luego advertía de que se trata de un trabajo complicado, donde el empleado hará muchos enemigos y que no tendrá compensación económica alguna.

Una ola de despidos masivos

Según 'USA TODAY', la cuenta de los trabajadores que han sido despedidos a raíz de que Trump creara DOGE podría superar perfectamente los 100.000, de los 2,3 millones de empleados públicos que hay en EEUU. El departamento fue creado para eliminar la ineficiencia y la supuesta corrupción en el gobierno federal, y cerca de 75.000 funcionarios federales han aceptado recibir las indemnizaciones que ofrecían para dejar sus puestos de trabajo antes que tener que afrontar un despido o las normas que pretende imponer Elon Musk.

Fin del teletrabajo y dormir en sus oficinas

Otra opción que Trump eliminó para los funcionarios nada más llegar a la Casa Blanca y ante lo que el dueño de Tesla y fundador de SpaceX está en contra, es el teletrabajo. Además, también exige a los trabajadores de sus empresas que dediquen más de 40 horas semanales al trabajo, y ya ha dejado caer que sus empleados duerman en las oficinas, como hace él, para no perder tiempo en ir y volver a casa.

Otras medidas llenas de controversia

A raíz de estas propuestas, al magnate le está costando encontrar a personas que estén dispuestas a aceptar sus directrices. Según medios de comunicación estadounidenses, en DOGE han entrado trabajadores ingenieros de tan solo 19 años para aplicar los recortes en las oficinas de las principales agencias gubernamentales.

Tanto es así que Musk ha tenido que recurrir a amenazas. Comenzó intimidando con despedir a los trabajadores que no regresaran a la oficina después de poner fin al teletrabajo y hace una semana solicitó a los 3,2 millones de funcionarios que le enviasen un e-mail explicando el trabajo que habían realizado en la última semana, corriendo el riesgo de perder su puesto si no respondían.

Los excesos de Musk bajo el poder han recibido rechazo por parte de la oposición del sistema. Varios secretarios de los distintos departamentos de agencias federales -incluyendo algunos nombrados por el propio Trump, como Tulsi Gabbard, directora de Inteligencia Nacional- se han negado a reportar sus tareas al equipo de DOGE y han animado a los trabajadores a quedarse de brazos cruzados.

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