Alemania y Francia
El emotivo abrazo de despedida entre Angela Merkel y Emmanuel Macron
Francia ha despido con honores a la canciller alemana y los lideres de ambos países se han dicho adiós en un encuentro que ha vuelto a poner de manifiesto la buena sintonía que hay entre ellos.
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Francia despidió este miércoles con honores a la canciller Angela Merkel que, en sus 16 años de mandato, ha encabezado la llamada "locomotora franco-alemana", eje de las políticas de la Unión Europea, junto con cuatro presidentes galos.
Desde su nombramiento en 2005 ha trabajado estrechamente con los conservadores Jacques Chirac (1995-2007) y Nicolas Sarkozy (2007-2012), el socialista François Hollande (2012-2017) y el liberal Emmanuel Macron, que cerró el ciclo con esta última visita, en Beaune. Ahí ambos políticos se fundieron en un emotivo abrazo que puso de manifiesto la buena sintonía que siempre ha habido entre ellos.
A esa ciudad, corazón de la región vinícola de Borgoña, Merkel acudió acompañada de su esposo, Joachim Sauer. El presidente francés hizo lo propio con su mujer, Brigitte Macron. Los cuatro se dieron un baño de multitudes entre los numerosos curiosos presentes en este acto histórico.
Visita de despedida, no acto político
El Elíseo había dejado claro que se trataba de una visita de despedida y no de un viaje político, por lo que no iba a haber ni comunicado ni declaración a la prensa. Los gestos dejaron lugar entonces a las palabras y los dos mandatarios volvieron a mostrar en público su sintonía.
El último desplazamiento oficial de Merkel a Francia se remontaba a mediados de septiembre y estuvo centrado entonces en las cuestiones más candentes de actualidad, como la situación en Afganistán, en el Sahel y en Mali.
Gran Cruz de la Legión de Honor
Este viaje fue en cambio un homenaje a la canciller, tanto a su persona como a su acción en Europa y a la calidad de las relaciones bilaterales.
Por ello Merkel recibió la Gran Cruz de la Legión de Honor, el mayor reconocimiento al mérito que otorga el Estado francés, y que según la Presidencia gala "encarna la solidez de la amistad franco-alemana" mantenida por ella "con los sucesivos jefes de Estado franceses desde su acceso a la cancillería en 2005".
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