La ciencia trabaja contrarreloj para conseguir una vacuna y ya han identificado en el laboratorio la cepa del coronavirus. Pero todavía buscan de dónde proviene. Ya ocurrió con el brote del ébola en Africa: el origen estaba en una cueva donde anidaba este mamífero volador.
Ahora en China se han dado cuenta que el coronavirus se parece mucho al que provocó el SARS, el Sindrome Respiratorio Severo Agudo, que mató a 800 personas hace 17 años. Era una enfermedad propia del murciélago, que se transmitió a otro mamífero muy común en el sur de china, la civeta, que se come, y de ahí, a las personas.
Muy parecido también a otro brote, el del MERS, el sindrome respiratorio de Oriente Medio que ha causado 700 muertos. Mismo esquema. Murciélago contagia a dromedario, y su carne o la leche, a personas. Ahora se vuelve a apuntar al murciélago como portador original de este coronavirus, que habría pasado a las serpientes, que se venden en el mercado que está en la zona cero de Wuhan. De ahí, el virus ha llegado a todos estos países
Hoy se suman al mapa de casos importados dos más. Uno en Europa: Austria: una azafata que estuvo en esa ciudad. Y también Canadá. El objetivo es contener el brote y sobre todo evitar que siga saliendo de China.