El explorador británico Sir John Franklin partió desde Inglaterra en 1845 hacia el Paso del Noroeste con el objetivo de encontrar una zona que uniera el Océano Pacífico y el Atlántico. Pero el viaje no llegó a buen puerto, los dos barcos que participaban en la expedición se hundieron y los 133 tripulantes murieron.
Ahora, 170 años después, arqueólogos canadienses han conseguido grabar imágenes de uno de los barcos gracias a pequeños vehículos de control remoto (ROV). La embarcación fue encontrada en 2016 frente a la Isla Rey Guillermo, al norte de Canadá pero no se había investigado en profundidad.
Los expertos creen que el buen estado de conservación se debe a las aguas heladas de esta zona, unos 0 grados centígrados. Hasta los platos están intactos. El misterio sigue sobrevolando sobre estas embarcaciones que no muestran una razón obvia por la que se hundieron.