Gusanos

Encuentran gusanos vivos en el estómago de un niño de tres años cuando le trataban por estreñimiento

Un niño de tres años fue operado de urgencia en Indonesia tras descubrirse que su supuesto estreñimiento era, en realidad, una obstrucción intestinal causada por decenas de gusanos vivos.

Imagen de uno de los gusanos encontrados

Imagen de uno de los gusanos encontradosJournal of Medical Case Reports

Publicidad

Lo que parecía un simple caso de estreñimiento resultó ser una situación médica crítica. Un niño de tres años fue ingresado en el Hospital General Soebandi en Jember, Java Oriental (Indonesia), tras pasar tres días sin defecar y presentar una notable hinchazón abdominal. Inicialmente diagnosticado con estreñimiento, el panorama cambió drásticamente cuando comenzó a vomitar gusanos vivos.

El menor se había mudado recientemente desde Bali, donde solía jugar descalzo en un río con otros niños. Ya en Jember, acompañaba a sus abuelos a recoger basura en un vertedero y, en casa, consumía agua sin hervir y era alimentado directamente por su madre. Estas condiciones de higiene deficientes fueron clave para entender lo que le sucedió.

Un análisis de sangre reveló que el niño padecía anemia por deficiencia de hierro, un indicio común de infección parasitaria. Según los expertos, ciertos gusanos se alimentan de sangre en los intestinos, provocando pérdidas crónicas de hierro. Una radiografía posterior mostró masas grises en el abdomen del niño, lo que alertó a los médicos sobre una posible obstrucción intestinal.

El menor fue operado

Los cirujanos decidieron intervenir y, durante la operación, encontraron tres secciones diferentes del intestino delgado completamente bloqueadas por gusanos. Estas obstrucciones se extendían desde la parte superior hasta la inferior del intestino, dificultando el paso normal de los alimentos y generando la inflamación que había alertado a los médicos.

Para extraer los parásitos, se practicó una incisión en el intestino a unos 50 centímetros de su unión con el intestino grueso. Luego, mediante una técnica de 'ordeño', los médicos extrajeron cuidadosamente los gusanos, que fueron enviados posteriormente a un laboratorio.

Los análisis confirmaron que se trataba de 'Ascaris lumbricoides', una especie de gusano redondo que puede alcanzar los 35 cm de largo. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU, estos parásitos se transmiten comúnmente por el consumo de agua, alimentos o suelo contaminados. Los niños son particularmente vulnerables si caminan descalzos o juegan en áreas con malas condiciones sanitarias.

Estos gusanos no solo pueden causar obstrucciones intestinales, sino también impedir la correcta absorción de nutrientes, lo que afecta directamente al crecimiento y desarrollo infantil. En casos extremos, incluso pueden migrar a otros órganos y provocar infecciones respiratorias o sistémicas.

Tras la cirugía, el niño fue tratado con líquidos intravenosos, antibióticos y medicamentos antiparasitarios como el pamoato de pirantel. Su recuperación fue favorable y, una semana después, fue dado de alta con un tratamiento adicional de albendazol para eliminar posibles restos de parásitos.

"El caso demuestra que, aunque rara, la obstrucción intestinal por ascariasis debe considerarse en regiones endémicas", concluyeron los médicos. También señalaron la importancia de mejorar las condiciones sanitarias y educar sobre prácticas de higiene en comunidades vulnerables.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com

Publicidad