Scotland Yard

Escándalo en Scotland Yard: un agente de la policía de Londres admite ser un violador en serie

La policía investiga a 800 agentes por alegaciones sexuales y de violencia doméstica después de que un agente de Scotland Yard haya admitido ante un tribunal más de 49 delitos contra la libertad sexual, incluidas 24 violaciones a 12 mujeres.

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David Carrick (48 años) mostraba su tarjeta de registro para atraer a las mujeres y darles una falsa sensación de seguridad: 'Soy oficial de policía, puedes confiar en mí'. Después de los ataques, se burlaba de sus víctimas diciendo que nunca les creerían porque él era policía y era su palabra contra la de ellas. Así ha actuado durante más de dos décadas un agente de Scotland Yard, la policía metropolitana de Londres.

Carrick se deleitaba en humillar a sus víctimas, a las que llamaba sus 'esclavas', a algunas llegó a dejarlas encerradas en un pequeño armario debajo de las escaleras durante diez horas sin comida, azotadas con un cinturón u obligadas a limpiar su casa desnudas.

"Soy oficial de policía, puedes confiar en mí"

David Carrick, agente de Scotland Yard

La mala conducta del agente comenzó hace más de 20 años. David Carrick recibió cinco quejas de ciudadanos entre 2002 y 2008, incluyendo mala educación, descortesía y uso de la fuerza. Dos de los incidentes llegaron a ser tratados por la gerencia, pero la policía de Londres permitió que siguiera en activo pese a abrirle hasta 14 investigaciones internas.

A pesar de tener en su expediente al menos un incidente doméstico en 2004, Carrick pasó los controles para convertirse en oficial de armas de fuego en 2009 y llegó a ser policía de élite, destinado a la brigada de protección parlamentaria y diplomática. Después, fue sospechoso en una investigación de la policía de Hampshire en 2016 tras una denuncia de acoso, pero no fue arrestado.

Hasta 49 delitos contra la libertad sexual

Ahora, Carrick confiesa hasta 49 delitos de libertad sexual, incluidas 24 violaciones, cometidos contra 12 mujeres a las que llegó a violar y torturar. En los 17 años que estuvo en Scotland Yard se ganó el apelativo de "Bastard Dave" ("Dave el Bastardo") por sus rudos modales. Sus compañeros llegaron a dar la voz de alarma por su comportamiento, pero hasta ahora no se sabía hasta dónde habían llegado sus excesos.

Se sospecha que pudo cometer en total más de 70 delitos sexuales entre el 2003 y el 2020, "protegido" por su uniforme. Es un caso sin precedentes, que además subraya la falta de controles a los policías en Reino Unido. Desde Downing Street reconocen que este caso ha “destrozado” la confianza pública: “Este terrible incidente representa un abuso de confianza y afectará la confianza de las personas en la policía".

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