Publicidad
ESTADOS UNIDOS | SEGÚN DOCUMENTOS DE INTELIGENCIA
Las escuchas telefónicas de la NSA desbarataron potenciales ataques terroristas en más de 20 países
Las escuchas telefónicas realizadas por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos desbarataron potenciales ataques terroristas en más de 20 países, incluido Estados Unidos, de acuerdo con los documentos de Inteligencia obtenidos por varios medios estadounidenses.
El programa PRISM, que recaba datos de conversaciones telefónicas y de correos electrónicos, contribuyó a truncar "docenas de potenciales complots terroristas" en Estados Unidos y en "más de 20 países de todo el mundo".
Entre otros, la NSA evitó un atentado en el metro de Nueva York en 2009, a cargo de un inmigrante afgano que terminó siendo condenado a cadena perpetua, al captar correos electrónicos de células operativas de la organización terrorista Al Qaeda en Pakistán que aludían a una persona que trataba de "agenciarse con material explosivo".
El Gobierno de Estados Unidos, en fin, solo buscó información detallada en llamadas de no más de 300 usuarios, de entre los millones de números intervenidos por la NSA, durante el pasado año, según estos documentos obtenidos por Reuters y la cadena CNN.
En este sentido, la NSA recababa "metadatos" --información genérica de las llamadas que no permite la identificación de los usuarios-- de las principales compañías telefónicas de Estados Unidos, en las llamadas realizadas tanto en territorio estadounidense como al extranjero.
De las compañías informáticas y de las redes sociales, el sistema PRISM, por su parte, interceptó información de ciudadanos extranjeros que podrían ser de interés para los investigadores antiterroristas estadounidenses, siempre según los documentos filtrados.
El trabajador subcontratado por la CIA, Edward Snowden --que se encuentra en paradero desconocido, presumiblemente en Hong Kong--, destapó que la NSA ha recabado en los últimos años datos e información personal procedente de las redes sociales e interceptado y grabado conversaciones telefónicas de ciudadanos estadounidenses y extranjeros, amparados por la Ley Patriótica, que valida la vulneración de la privacidad en casos de que la seguridad nacional pueda verse en peligro.
Publicidad