Invasión de Rusia a Ucrania

El español Juan Antonio Luna, con su mujer e hijos en Kiev: "Recorreré 600 kilómetros de la mejor manera posible"

Juan Antonio Luna explica cómo irá hasta Kiev desde España para intentar salvar a su mujer y sus hijos de la guerra en Ucrania y, además, pide ayudar para el resto de niños que lo necesiten tras la invasión rusa. Asociación Benéfica Miguel Vacas, de la que él es presidente, coordinará los recursos y acogidas.

Entrevista en Antena 3 Noticias Fin de Semana

Desde hace más de 30 años, muchas organizaciones españolas se dedican a gestionar acogidas temporales para niños ucranianos, la mayoría de ellos procedentes de orfanatos. Juan Antonio Luna, presidente de la Asociación Benéfica Miguel Vacas, responde en directo a las preguntas de Matías Prats en Antena 3 Noticias Fin de Semana para explicar su situación.

¿Cómo se sienten esos niños?

No cuentan algo distinto de lo que podamos saber deotras personas. Algunos han ido a pueblos pequeños y las zonas rurales están tranquilas. Algunos han tenido suerte e incluso han podido salir del país.

¿Cuál es la iniciativa que estáis planteando desde la asociación?

Ahora es muy difícil trabajar, pero sí que tenemos la previsión de implementar un proyecto para la acogida de estos niños y de otros, puesto que a partir de ahora va a haber miles que estén en una situación de necesidad, y que puedan venir como refugiados. Para eso, hay que ver el marco jurídico que habilitan las autoridades españolas para esta situación.

Además, ahora es cuando necesitamos más ayuda, por lo que pedimos que todo aquel que se sienta sensibilizado con este asunto y se lo pueda permitir, que se ponga en contacto con nuestra asociación o con cualquier otra que tenga contacto con Ucrania.

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¿Cómo están tu mujer y tus hijos, a los que les ha pillado el conflicto en Ucrania?

Mi mujer es ucraniana y tenemos dos hijos nacidos en España que están en la región de Kiev. Mis hijos son españoles, pero no pudimos llegar al convoyde las 9 de la mañana del viernes y queremos que salgan, pero las autoridadesnos han dicho que ya no hay más convoyes previstos. Por ello, me tendré que trasladar el martes a Cracovia y, desde allí, me llevan unos conocidos a la frontera con Ucrania, desde donde me quedan 600 kilómetros que recorreré de la mejor manera posible.