Estado Islámico deja más de 450 muertos en la ciudad de Palmira

Estado Islámico (IS) continúa con su ola de destrucción y terror a lo largo los países del golfo pérsico y norte de África. Su huella deja ya más de 400 muertos en Siria en la útlima semana y en el día de hoy han destruido una mezquita en la ciudad iraquí de Mosul.

En Siria al menos 462 personas han muerto durante la semana que ha durado la ofensiva del grupo terrorista Estado Islámico (EI) contra la ciudad histórica de Palmira y otras zonas del este de la provincia central siria de Homs, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. De esas víctimas mortales, 71 eran civiles (doce de ellos menores), de los que al menos 22 fallecieron por el impacto de los proyectiles de mortero del Estado Islámico y los bombardeos de la aviación del régimen. El resto fueron asesinados por los extremistas, como diez víctimas que fueron decapitados en los pueblos de Al Ameriya y Al Sujna, próximos a Palmira.

En las filas del régimen sirio, al menos 241 soldados y milicianos progubernamentales perdieron la vida en la batalla contra los extremistas. IS, por su parte, sufrió al menos 150 bajas durante los combates que estallaron el pasado 13 de mayo.

Tras esta conquista de Palmira, el Estado Islámico domina más de la mitad de la superficie de Siria, es decir unos 95.000 kilómetros cuadrados, y está presente en nueve provincias.

Además hoy "los milicianos han destruido la mezquita de Bakr al Afandi, ubicada en el barrio de Bab al Top", ha indicado Said Mamuzini, portavoz de la formación en la localidad. "El Estado Islámico lo ha hecho bajo el pretexto de que tiene mausoleos en su interior, lo que está prohibido", ha agregado.

La mezquita fue construida en 1207 y su destrucción tiene lugar apenas dos semanas después de la voladura de la mezquita de Maryam Jatun, construida en 1821, durante el Imperio Otomano. Días antes fue destruida la mezquita más grande del barrio de Badush.

El grupo terrorista ha destruido en los últimos meses múltiples lugares de culto de las comunidades chií, cristiana, sufí y yazidí, así como de cualquier otro grupo opuesto a su interpretación radical del Islam.