El Departamento de Justicia estadounidense y once estados han presentado una histórica demanda contra Google por las presuntas prácticas monopolísticas de su buscador, desde el que se realizan el 80% de las búsquedas en ordenadores y el 90% en teléfonos móviles.
La querella ha sido anunciada este martes, tras un año de investigaciones. El departamento de Justicia acusa a la empresa que dirige Sundar Pichai de haberse servido de actuaciones ilegales para ocupar una situación de dominio en el mercado y prevenir el acceso de sus competidores (como Yahoo, Bing y DuckDuckGo) a los principales canales de distribución.
El fiscal adjunto del Departamento de Justicia, Jeffrey Rosen, ha informado en una rueda de prensa que la demanda subraya que Google sustenta su papel de "principal guardián de acceso" a internet a través de "una red ilegal de acuerdos exclusivos que daña a los competidores".
Rosen ha citado el pago de miles de millones de dólares a Apple para situar el motor de búsqueda de Google como el básico en sus teléfonos iPhones, y la prohibición de integrar motores de competidores mediante contratos especiales. Con estas prácticas, agregó Rosen, la compañía "ha ahogado la innovación y la creación de nuevos Google".
Por su parte, Google aseguró que la denuncia tiene "muchos defectos" y se basa en "argumentos antimonopolio dudosos" en relación a su estrategia comercial para dar al buscador un lugar preeminente en teléfonos, ordenadores y otros dispositivos.
"La gente usa Google porque así lo eligen, no porque se les fuerce a ello o porque no puedan encontrar alternativas", indicó en una entrada en el blog oficial de la compañía el vicepresidente de la empresa para asuntos globales y jefe del departamento legal, Kent Walker.
"Esta querella no hará nada para ayudar a los consumidores. Al contrario, promoverá de forma artificial buscadores alternativos de menor calidad, incrementará el precio de los teléfonos y hará más complicado a la gente usar los servicios de búsqueda que desean", añadió.