Al grito de "Black Lives Matter" (Las vidas negras importan), miles de personas hicieron este sábado retumbar la capital de Estados Unidos, en la mayor protesta por la justicia racial desde el asesinato el 25 de mayo del afroamericano George Floyd, que fue asfixiado por un policía blanco.
Las manifestaciones comenzaron a las 12.00 hora local y se desparramaron por toda la ciudad: unas 2.000 personas se concentraron alrededor del Congreso y 8.000 lo hicieron en el Monumento a Lincoln para, luego, como si fueran ríos, confluir en la Casa Blanca.
Sentados en la acera frente a la mansión presidencial, estaba la familia del afroamericano Lamar Hacelton, quien decidió traer a sus cuatro hijas para mostrarles lo que cree que un día llenará los libros de historia.
"Un día leerán esto como si fuera historia, pero es importante que tengan la experiencia de estar aquí (...) Quiero que aprendan que es importante que aprendan a defenderse, por su raza y por otra gente que tiene menos suerte. Por eso estamos aquí, para que las niñas vean cómo se hace la historia", explicó.
Las fuerzas de seguridad han recibido numerosas críticas porque el lunes dispersaron con gases lacrimógenos y lanzaron pelotas de goma contra una protesta pacífica solo para que el presidente de EEUU, Donald Trump, pudiera cruzar el parque frente a la Casa Blanca y hacerse una foto en una iglesia. Este sábado, los agentes estaban en pequeños grupos con una actitud relajada y no llevaban ni cascos ni chalecos antibalas.
El viernes, el Pentágono había pedido a los reservistas de la Guardia Nacional que no portaran armas ni municiones y, además, ordenó el repliegue de los 1.600 militares que habían sido movilizados.
Asimismo, los agentes han cortado el tráfico desde las 6.00 hora local y hasta la medianoche en buena parte del centro de Washington, cuyos comercios permanecen tapiados con paneles de madera.
La indignación aumenta en otras ciudades
La indignación también se ha dejado sentir en otras ciudades como Nueva York, que este sábado vivió una nueva jornada de manifestaciones pacíficas contra el racismo con al menos dos decenas de convocatorias por toda la ciudad tras una de las noches más tranquilas desde el inicio de las protestas.
En San Francisco, miles de manifestantes colapsaron el icónico puente rojo del Golden Gate, donde algunos de los activistas tuvieron que marchar entre los autos.
Esa movilización dejó algunas imágenes curiosas, como la de una mujer negra de edad avanzada que sujetaba un cartel con el lema "Estamos cansados de esta mierda" y dedicaba un corte de mangas a cada automovilista que pasaba.
La Policía estadounidense interviene para dispersar las protestas en Portland y Seattle
Las ciudades estadounidenses de Portland y Seattle han sido escenario de actuaciones policiales para dispersar las protestas convocadas por la muerte del ciudadano de raza negra George Floyd, parte de las multitudinarias marchas en recuerdo del fallecido que han ocurrido a lo largo de esta madrugada en todo el país.
La intervención policial ha sido especialmente dura en Portland, donde ha resultado herido un agente de Policía por el impacto de un objeto -- un cohete de fuegos artificiales, según la oficina del Sheriff del contado de Multnomah al diario 'The Oregonian'--