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KASHIMA | CERCA DEL EPICENTRO
"Estamos en la cuenta atrás para descubrir nuevos supervivientes"
Camino de Sendai se encuentra otro equipo de enviados especiales de Antena 3, Virginia Casado, cerca del epicentro del terremoto afirma que es el momento de "la cuenta atrás para descubrir nuevos supervivientes de entre los escombros".
Pese a que la mayoría de los edificios permanecen en pie, aunque con evidentes grietas, la ciudad está totalmente paralizada, sin negocios abiertos y con cortes de electricidad que obligan a los ciudadanos a ingeniárselas para recuperar la normalidad.
La zona costera de Sendai y las localidades aledañas son un territorio tomado por las Fuerzas de Auto Defensa, la Policía y los equipos de rescate, que buscan a contrarreloj a los desaparecidos en un seísmo que multiplicó su fuerza destructora con la llegada de un gran tsunami.
Muchos pasarán la noche de hoy en albergues o refugios, donde no falta agua, arroz ni mantas, elementos básicos que cada vez escasean más en unas ciudades tétricas, solitarias y silenciosas. En otros pueblos, como Kawamata, los ciudadanos se han organizado para dirigir el tráfico y advertir a los conductores de los desprendimientos de tierra, las grietas en la carretera o los puentes derribados.
Por el momento, la Policía intenta controlar los accesos a la costa oriental de Ibaraki, Fukushima y Miyagi para facilitar el trabajo de los equipos de rescate, que durante la noche de ayer y hoy continuaban haciendo sonar sus sirenas. El Ejército se ha desplegado con helicópteros en ciudades como Futaba, que hoy era un testigo congelado en el tiempo de lo que sucedió la tarde del 11 de marzo.
La mayoría de la casas de esa localidad en la costa de Fukushima están destruidas, los coches siguen repartidos por las calles tal y como fueron dejados a las dos menos cuarto de la tarde de aquel día, y sólo los ladridos de los perros rompen el silencio. Por el momento una gran parte del noreste japonés sigue sumido en la penumbra, con las puertas de la gran mayoría de los edificios cerradas a la espera de recobrar una normalidad que poco a poco llega por las carreteras y el aire.
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