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RESISTENCIA REBELDE A LA OFENSIVA DE AL ASAD
La estrategia de los niños de Alepo para evitar a los aviones que bombardeaban la ciudad
Los niños sirios habitantes de la ciudad asediada toman protagonismo en el conflicto con un truco muy curioso: quemar neumáticos en las calles. Buscan dificultar la visibilidad de los pilotos que se dedican a bombardear Alepo, controlada desde hace cuatro años por grupos rebeldes, contrarios al gobierno de Bashar Al Asad.
En los últimos días ha habido intensos combates en torno a Alepo. Con el apoyo de los bombardeos de Rusia, las fuerzas leales a Al Asad han respondido de forma contundente a la ofensiva de los rebeldes en un intento para deshacerse del asedio al que están siendo sometidos.
Los niños sirios habitantes de la ciudad asediada toman protagonismo en el conflicto con un truco muy curioso: quemar neumáticos en las calles. Así lo informa la BBC en un reportaje.
El objetivo es crear, con la cortina de humo que se genera, una zona de exclusión aérea sobre la ciudad. Buscan dificultar la visibilidad de los pilotos que se dedican a bombardear Alepo, controlada desde hace cuatro años por grupos rebeldes, contrarios al gobierno de Bashar Al Asad.
Rami Jarrah, un periodista que se encuentra cubriendo la guerra de Siria, asegura que la estrategia está funcionando con éxito. Frenar la ofensiva de la aviación de Al Asad es un aspecto muy importante en la defensa de la ciudad siria.
"Causan confusión en los pilotos de los aviones y es una distracción de la ofensiva que sobre el terreno realizan los rebeldes para poder acceder a las rutas de abastecimiento", afirma Jarrah.
"Todo el mundo lo está haciendo, pero en el contexto de la resistencia, ésta es realmente la única cosa que pueden hacer los niños", añadió.
Este martes, el gobierno ruso rechazó las críticas del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, quien había pedido a Moscú que se abstuviera de lanzar operaciones ofensivas sobre la zona controlada por los rebeldes.
Por otro lado, hace unas semanas las fuerzas leales al mandatario lograron cortar las vías de abastecimiento para los rebeldes, quienes ahora han lanzado una ofensiva para intentar romper el asedio a la ciudad.
Las organizaciones humanitarias calculan que aún hay unos 250.000 civiles viviendo en las zonas de Alepo controladas por la oposición armada. La ONU teme que las reservas se agoten este mes y que la población no pueda alimentarse correctamente y mueran miles de habitantes.
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