Los países de la Unión Europea (UE) reúnen a sus embajadores para analizar una respuesta común a la violencia en Egipto y estudiar la posible convocatoria de un encuentro extraordinario de los ministros de Exteriores.
La intención del bloque es revisar de forma urgente sus relaciones con Egipto a la luz de los acontecimientos de los últimos días y tomar medidas con las que impulsar el fin de la violencia y el retorno a la senda democrática.
Así lo adelantaron el domingo en un comunicado conjunto los presidentes del Consejo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. "La violencia y los asesinatos de estos últimos días no pueden justificarse ni tolerarse", señalaron los dirigentes europeos, que subrayaron la responsabilidad en la situación del Gobierno interino y del Ejército.
La respuesta comunitaria será discutida por los embajadores comunitarios en el Comité Político y de Seguridad (COPS), según ha confirmado el Servicio Europeo de Acción Exterior que dirige la británica Catherine Ashton. Entre las opciones que los Veintiocho tienen sobre la mesa figura la de suspender los importantes programas de cooperación económica que mantiene con Egipto, aunque una buena parte de esa ayuda se encuentra ya paralizada desde hace meses.
El pasado noviembre la UE anunció un paquete financiero de más de 5.000 millones de euros en préstamos y ayudas, destinados a apoyar durante dos años la transición política y el desarrollo económico de Egipto.
Si quisiesen ir más allá, los Veintiocho podrían estudiar la imposición de sanciones similares a las que aprobaron durante la Primavera Árabe en respuesta a la represión violenta de las manifestaciones en varios países
Además, los embajadores discutirán también la posible convocatoria esta misma semana de un Consejo de Ministros de Exteriores sobre la crisis egipcia. Varios países, con Francia y Alemania a la cabeza, han expresado ya públicamente su deseo de celebrar de forma "urgente" un encuentro a nivel ministerial para establecer una postura común.
La diplomacia europea, liderada por Ashton, ha tratado desde el derrocamiento del presidente Mohamed Mursi el pasado 3 de julio de mediar entre los distintos grupos políticos con el fin de evitar la confrontación. Los esfuerzos han incluido varios viajes de Ashton a Egipto y la presencia en el país del representante especial de la UE para el Mediterráneo Sur, el español Bernardino León.
La UE, que en julio evitó señalar el derrocamiento de Mursi como un golpe de Estado, ha ido endureciendo progresivamente el tono con el Gobierno provisional a medida que ha ido aumentando el saldo de víctimas en los últimos días.
"La responsabilidad de esta tragedia recae con fuerza en el Gobierno interino, así como en la clase política del país en el sentido más amplio", dijo el pasado viernes Ashton, en un comunicado en el que urgió a poner fin a la violencia.
El domingo Van Rompuy y Barroso subrayaron "la particular responsabilidad de las autoridades interinas y del Ejército" a la hora de terminar con los enfrentamientos y dejaron claro que "las peticiones de democracia y libertades fundamentales de la población egipcia no pueden ser ignoradas, y muchos menos borradas con sangre".