Imagen de archivo de semillas de sésamo

Publicidad

EN EL ETIQUETADO NO APARECE ESPECIFICADO EL SÉSAMO

El etiquetado de los alimentos, a juicio después de que una adolescente haya muerto por un bocadillo con sésamo

Natasha Ednan-Laperouse sufrió un colapso en pleno vuelo, pese a que su padre le administró rápidamente una medicación específia, la joven murió en un hospital francés después de comer un bocadillo con sésamo, alimento que no aparecía en el etiquetado, y ella ser alérgica.

Dos veranos después, el equipaje de Natasha Ednan-Laperouse sigue sin deshacer. Esta adolescente británica de 15 años falleció en un hospital francés después de sufrir un colapso durante el vuelo Londres-Niza por ingerir en el aeropuerto de salida un bocadillo vegetal que contenía sésamo, alimento al que es alérgica.

La investigación sobre su muerte recoge como antes de subir al avión la joven compró una baguette vegetal comprada en la cadena internacional Pret a Manger en la Terminal 5 del aerpuerto de Heathrow.

Según informa The Guardian el abogado de la familia declaró ante el tribunal que antes de fallecer la joven vomitó el relleno del sandwich. Natasha, conocedora de su alergia cuando compró el bocadillo revisó la etiqueta y le pidió también a su padre que la mirase, ninguno de los dos advirtieron ningún signo de alimentos problemáticos.

Cuando estaba ingresada en el hospital "institivamente" el padre supo que su pequeña iba a morir "por el contenido de la baguette". Llamó a un familiar y pidió que comprase el mismo bocadillo en su tienda local de Fulham. Tampoco ella leyendo la etiqueta encontró nada reseñable, pero cuando consultó una guía que tiene la tienda pudo ver que el bocadillo contenía sésamo en la masa de la baguette.

El padre de Natasha suministró la medicación específica en el mismo momento en el que la joven comenzó con el colapso. La joven fue al baño y avisó a su padre de que no se encontraba bien, fue entonces cuando le administró la medicación.

Pret a Manger alega que ellos no especifican los alimentos en la etiqueta de ingredientes, pero para compensarlo colocan carteles informando de los alérgenos y recomendando que pregunten al encargado.

Según The Guardian en las pruebas de los demandantes se adjunta una fotografía, días después de lo ocurrido, de la tienda en la que no se aprecia dicho cartel.

Publicidad