La euforia por el rescate en Chile se transforma en indignación

La euforia empieza a desvanecerse. Poco a poco, la realidad cotidiana se impone y hoy, por ejemplo, un grupo de compañeros de los 33 ha aprovechado la presencia mediática en el Yacimiento San José para reinvindicar sus derechos. "Aparte de que nos han burlado, que no nos han pagado el finiquito para liberarnos de este suplicio que ha significado trabajar para la minera San Esteban, ahora más nos marginan", afirma uno de los mineros. "Vamos a acampar acá hasta que tengamos noticias de cuando se nos van a pagar los finiquitos y que sea pronto, porque de aquí no nos vamos a mover", asegura la esposa de un minero.

Este grupo se queja de la falta de apoyo de los 33, que a excepción de Jimmy Sánchez, han asistido ajenos a la protesta a una misa de Acción de Gracias. Aunque todos sufren el impago, para los rescatados se abren nuevas expectativas.

Mientras, el presidente Piñera continúa su gira por Europa. Su objetivo es vender un nuevo Chile que ha dejado atrás la dictadura. Aunque con algún pequeño sobresalto.

El presidente, que ha probado el puro del mismísimo Churchill, viene buscando nuevas inversiones, para lo que también viajará a Francia y Alemania.