Mundial Qatar 2022
La Eurocámara critica duramente el "Mundial de la vergüenza"
Las críticas de los eurodiputados han resonado en el pleno de Estrasburgo. Hablan del "Mundial de la vergüenza" por taparnos los ojos ante la violación sistemática de los derechos humanos en Qatar. Sin embargo, la Comisión Europea ha sacado la cara por el régimen qatarí. En Bruselas son conscientes de que el país árabe es un socio estratégico al que necesitamos seguir comprando gas si no queremos tener problemas de desabastecimiento.
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En torno a un millón de personas trabajan en el sector de la construcción en Qatar y más del 90% son inmigrantes. Trabajadores precarios que están en el punto de mira después de que organizaciones internacionales hayan denunciado que hasta 6.500 de ellos fallecieron en las faraónicas obras que se han llevado a cabo en los últimos 12 años para construir los estadios a toda prisa.
La Unión Europea ha alzado la voz contra el régimen que está detrás de la organización del Mundial. En la eurocámara se han escuchado fuertes críticas por la violación sistemática de los derechos humanos y los derechos laborales, pero también por la persecución de la homosexualidad o la falta de libertad de prensa.
"Este campeonato es otro ejemplo más de cómo se utilizan grandes eventos para lavar la imagen de regímenes autoritarios. Este país viola 20 de los 30 artículos de la Carta de Naciones Unidas… parece que el dinero está por encima de los derechos humanos", ha criticado Miguel Urbán, eurodiputado español de Anticapitalistas.
"Este Mundial siempre será recordado como el Mundial de la vergüenza. Solo pensamos en cómo han sido construidos esos majestuosos estadios, con la muerte de miles de trabajadores que las autoridades ni siquiera han querido investigar", ha espetado la diputada liberal Katalin Cseh. Y hasta una diputada francesa, a modo de protesta, se ha puesto en medio del hemiciclo el brazalete arcoíris que han prohibido portar a los jugadores.
Pero las críticas también se han hecho extensivas a la FIFA. Según el español Ernest Urtasun, de Catalunya en Comú, esta "sede mundialista fue elegida en un proceso lleno de irregularidades y, por eso, lo está investigando la justicia francesa". Urtasun ha exigido a las instituciones europeas que "se denuncien estos atropellos".
La Comisión saca la cara por Qatar
En medio de la tormenta, la Comisión Europea sorprendía defendiendo los avances tibios que aseguran ya ha acometido el régimen. La Comisaria Stella Kyriakides ha reconocido que "cada una de esas muertes es, por supuesto, una tragedia. Pero Qatar ha logrado progresos significativos en derechos laborales en los últimos años".
Bruselas, con bastantes dificultades, ha defendido su postura asegurando que han sido el primer país de la región que ha abandonado el sistema "Kafala" (un mecanismo jurídico que otorga al empleador el poder absoluto sobre el empleado y que supone una vulneración evidente de sus derechos) y que ya han adoptado un salario mínimo para los obreros.
Pero la Comisión reconoce que queda mucho trabajo por delante. Pone ejemplos claros: mejorar las condiciones de vida de los migrantes, su acceso a la justicia, el pago de salarios o conseguir inspecciones de trabajo efectivas.
Este guante que lanza la Comisión se podría explicar por su cercanía con la FIFA, principal responsable de que se celebre el Mundial de fútbol allí. Bruselas y FIFA llevan mucho tiempo colaborando y elaborando campañas juntos. En la inauguración del campeonato un vicepresidente comunitario, Margaritis Schinas, estuvo presente en las gradas del estadio qatarí y dio su máximo apoyo al torneo con un tuit en el que decía que "el país ya ha realizado reformas y merece un éxito global".
Y, por supuesto, tampoco se puede obviar otra explicación geopolítica de primera magnitud. En la actual crisis energética que sufre Europa, Qatar se ha convertido en uno de nuestros principales socios a los que le compramos gas. El gobierno de Doha está suministrando a la UE una parte del combustible que le hemos dejado de comprar a Rusia y que es imprescindible para poder pasar el invierno sin problemas de desabastecimiento.
¿Qué dice el régimen de Qatar?
El ministro de Trabajo de Qatar, Ali bin Samij al Marri, dio hace unos días explicaciones en la Eurocámara. Pidió más tiempo para acometer todas las reformas porque, -explicó-, son cambios de calado en la legislación y necesitan tiempo para su tramitación y su aplicación efectiva.
El ministro alzó la voz contra los que critican sus modos y contra los que piden un boicot a la competición. Y, ante la queja por la persecución que sufre el colectivo LGTBI, aseguró que "todos los extranjeros que quieran viajar a su país para ver los partidos serán bienvenidos".
Europa se resigna ante un país que, a la vez, debe ser un socio estratégico en la región. De momento, le ha exigido verbalmente a Qatar que continúe por la senda reformista y, sobre todo, que cuando acabe el mundial y se apaguen los focos de las televisiones de medio mundo, la apertura prometida no se detenga.
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