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EL BCE NO RECORTARÁ LA DEUDA AL PAÍS

El Eurogrupo ofrece un "diálogo constructivo" al Gobierno de Syriza pero rechaza una quita a la deuda

El triunfo de Syriza en Grecia, el partido de izquierda radical, abre una nueva era en la política europea. Los griegos han reclamado en las urnas el fin de la austeridad impulsada por Angela Merkel y la Troika. Con los resultados electorales sobre la mesa, el Eurogrupo ha ofrecido un "diálogo constructivo" al nuevo Gobierno pero han rechazado una quita a la deuda.

Los países del Eurogrupo han felicitado al líder de Syriza, Alexis Tsipras, por su victoria electoral, le han deseado "éxito" en su tarea como nuevo primer ministro y le han ofrecido "diálogo constructivo" y apoyo para que Grecia siga en la eurozona, aunque le han avisado de que para ello deberá cumplir las reglas.

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha mantenido una primera conversación de 15 minutos con el futuro ministro de Finanzas griego -que previsiblemente será Yanis Varoufakis, aunque no ha querido desvelar su identidad- y le ha expresado su voluntad de trabajar con él "lo antes posible". El futuro ministro le ha dicho que quiere que Grecia siga en la eurozona y que se encuentren soluciones aceptables para las dos partes. "En general, ha sido un buen principio", ha dicho Dijsselbloem.

En todo caso, el Eurogrupo se ha mostrado muy poco dispuesto a una de las principales demandas de Syriza, una quita a la deuda griega o incluso una reestructuración de los plazos de vencimiento y de los intereses. Dijsselbloem ha dejado claro que "no hay mucho apoyo en la eurozona para una condonación del valor nominal" de la deuda helena. Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ha dicho que Atenas debe pagar la deuda porque ésta responde al "esfuerzo" que hicieron el resto de Estados miembros para ayudar durante la crisis.

El director del Fondo de Rescate, Klaus Regling, ha resaltado que el Eurogrupo ya tomó medidas en 2012 para aliviar el peso de la deuda helena, alargando los vencimientos hasta situarlos en alrededor de 32 años y reduciendo los tipos de interés. Ello equivale, según ha dicho, a una reducción del 40% en el valor neto de la deuda griega. "No hay una sobrecarga de deuda en Grecia, al menos no en los dos próximos años si las reformas continúan", ha sostenido.

Tanto Dijsselbloem como Moscovici y Regling han apuntado que un nuevo alargamiento de los plazos o recorte de los intereses de la deuda helena no es una cuestión "urgente" o "prioritaria". No obstante, otros países como Francia o Irlanda sí se han mostrado dispuestos a hablar de esta cuestión.

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