Europa vuelve a blindarse en Navidad tras el atentado terrorista en Estrasburgo

Hace casi dos años, el 19 de diciembre de 2016, un camión invadía la acera de un mercadillo navideño en Berlín, llevándose por delante a cientos de personas que paseaban por la capital alemana. El conductor del camión se daba a la fuga dejando once muertos y más de medio centenar de heridos.

Esa misma noche, después de que Daesh asumiera el atentado, se detenía a un sospechoso. Sin embargo, un día después, la Policía se percataba de que se trataba de un error y que ese no era el autor del ataque.

Era un tunecino que pasó desapercibido ante los agentes hasta cuatro días después del ataque, cuando se le interceptó en un control rutinario.

Ese año el mundo entero blindó sus Navidades ante el temor de nuevos ataques. Se instalaron bloques de hormigón en las principales zonas peatonales de las capitales europeas y se intensificó el despliegue policial para tratar de garantizar la seguridad.

Londres, París, Berlín, o Belén se protegían de posibles ataques. En España se activaba el nivel cuatro de alerta terrorista y se instalaban grandes maceteros en las zonas peatonales.