Elecciones Francia

Europa respira aliviada ante el batacazo de Le Pen

La UE evita el peor escenario de un gobierno de la extrema derecha en Francia, la segunda potencia económica de la Unión. En Bruselas reina una mezcla de alivio e incertidumbre por ver qué coalición de gobierno se puede formar. Hay temores a que Macron ya no tenga la fuerza suficiente para seguir impulsando el proyecto comunitario como hasta ahora.

La presidenta de la Comisión Europea y candidata a repetir en el cargo, Ursula von der Leyen

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El escenario se dibujaba complicado. Las encuestas daban por seguro un gobierno de la extrema derecha en Francia y sólo faltaba por confirmar si Le Pen obtendría la mayoría absoluta. Pero el terremoto político que han provocado estos resultados se siente en todo el continente.

En Bruselas las fuentes consultadas nos hablan de "sensación de alivio", aunque también nos dicen que "habrá que esperar a ver qué mayoría se puede estructurar para gobernar", porque el partido de Jean Luc Melenchon, 'Francia insumisa', también genera temores.

El alivio responde a que el país galo ha conseguido salvar el que en Bruselas era considerado como el peor escenario: un gobierno de la extrema derecha de Marine Le Pen, una formación euroescéptica que podría provocar un giro total a prioridades más europeístas. El propio Jordan Bardella, el joven de 28 años que se perfilaba como primer ministro, ya había anunciado su intención de reducir la contribución francesa al presupuesto comunitario y trabajar para la devolución de competencias de Bruselas a los países.

La Unión Europea reconoce que estos comicios también siembran de incertidumbre el futuro cercano, hasta saber qué coalición de gobierno se podrá formar con estos resultados tan fragmentados. El otro escenario que Bruselas querría evitar es un bloqueo político que deje una Francia ingobernable. A nadie le interesa en Europa tener paralizada a la 2ª gran potencia comunitaria, uno de los dos motores de la UE junto con Alemania.

Decepción en Moscú

Un muy buen resumen de las sensaciones que se viven hoy en la Unión Europea lo ha hecho el primer ministro polaco, Donald Tusk, que fue también presidente del Consejo Europeo durante una legislatura.

En redes sociales, publicó un ingenioso tuit: "En París entusiasmo, en Moscú decepción, en Kiev alivio. Suficiente para ser feliz en Varsovia". El texto, evidentemente, hace referencia a que Le Pen, una euroescéptica admiradora de Putin, no llegará al poder.

Lo que muchos se preguntan ahora es si el papel de Enmanuel Macron quedará tocado para seguir impulsando la integración europea. El presidente de la República en Francia tiene mucha cuota de poder, desde la política exterior hasta la de Defensa. Y Macron la seguirá teniendo, pero hay temores a que no pueda llevar a cabo algunas medidas que ya había esbozado en los últimos meses.

El presidente galo había sido uno de los más entusiastas con la idea de promover un nuevo endeudamiento conjunto en la UE para financiar los gastos en Defensa, algo que supondría duplicar el presupuesto de la UE. Y también se mostró favorable a poder estudiar el despliegue de entrenadores militares franceses dentro de Ucrania para instruir al ejército de Kiev. Con una Asamblea Nacional sin mayoría, seguramente tendrá menos margen de maniobra para llevar a cabo ciertas decisiones.

Un escenario de coalición muy belga

A partir de ahora, a Francia le quedan por delante semanas y meses de duras negociaciones para poder formar un nuevo ejecutivo. Ese nuevo gobierno tendrá que ser en coalición, una novedad para el país galo. Hasta ahora, en la V República, nunca París ha tenido un gobierno de coalición, así que tendrán que acostumbrarse a las cesiones y dificultades típicas de este tipo de formaciones.

En tono de broma, sus hermanos belgas han querido echarles una mano. El periódico francófono más leído en Bélgica, Le Soir, ha publicado un tutorial dedicado a los franceses para que "aprendan" a formar gobiernos de coalición. En el Parlamento belga, sin embargo, es de lo más habitual. El ejecutivo actual tenía siete partidos y el próximo que se está ahora negociando tendrá, al menos, cinco. Los belgas son auténticos maestros en largas formaciones de gobierno que terminan en complejas coaliciones.

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