Reino Unido

Evacuados decenas de migrantes de la 'prisión flotante' británica tras el hallazgo de un brote de legionella

El Gobierno ordenó una prueba al suministro de agua el 25 de julio pero los resultados no llegaron hasta el 7 de agosto, cuando los migrantes comenzaron a ser embarcados.

Oficiales de patrulla de seguridad comunitaria

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Los migrantes detenidos esta semana en la enorme barcaza han tenido que ser evacuados tras el hallazgo de la bacteria de la legionella en el agua. La barcaza fue puesta por el Gobierno británico a modo de centro de detención flotante en el condado de Dorset.

Alrededor de medio centenar de migrantes comenzaron a llegar a la barcaza, una gran estructura con capacidad de 500 personas. Ha ocurrido desde principios de esta semana en una medida que ha sido condenada tanto por la oposición laborista como por ONG como una decisión inhumana y un acto de confinamiento deliberado.

Por su parte, los migrantes han sido trasladados fuera de la estructura a modo de precaución. En estos momentos no se ha registrado ningún caso de enfermedad entre los ocupantes de 'Stockholm Bibby', según ha confirmado un portavoz de Interior a la cadena británica Sky News.

Según la cadena -y citando fuentes propias- el Gobierno ordenó una prueba de rutina al suministro de agua el pasado 25 de julio pero los resultados no llegaron hasta el pasado día 7 de agosto, cuando los migrantes comenzaron a ser embarcados.

Según el portavoz de Interior, "las muestras medioambientales del sistema de agua de la barcaza 'Bibby Stockholm' han exhibido niveles de la bacteria de legionella que requieren de investigaciones adicionales". De acuerdo con estos resultados iniciales, el Ministerio del Interior, junto con la Agencia de Seguridad Sanitaria del país (la UKHSA) han decidido emprender este procedimiento bajo supervisión del ministro para la Inmigración, Robert Jenrick.

Todo parece indicar que las autoridades locales se gastan unos seis millones de libras (casi 7 millones de euros) al día en alojar en hoteles a los migrantes que están en situación irregular. Además, el Ejecutivo del Reino Unido confía en que esta barcaza permita reducir la factura que paga en hoteles para hospedar a los que acaben de llegar, puesto que la medida ha sido criticada por organizaciones humanitarias y entidades locales del condado de Dorset.

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