Chris Huhne, exsecretario de Energía británico

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SE DECLARÓ NO CULPABLE LA SEMANA PASADA

Un exministro británico dimite por pedir a su mujer que asumiera por él una multa de tráfico

El antiguo secretario de Energía de Reino Unido, Chris Huhne, se ha declarado culpable por persuadir a su esposa para que se declarara responsable de un delito por exceso de velocidad que él cometió en 2003.

Chris Huhne abandonará su escaño en el Parlamento despuñes de que se declarara culpable por inducir a su esposa a que asumiera una multa de tráfico por exceso de velocidad.

Huhne, que se declaró no culpable la semana pasada, dejó el cargo de secretario de Energía en febrero de 2012 tras ser acusado, pero siguía siendo parlamentario del Partido Liberal Demócrata.

Su exmujer Vicky Price se ha declarado no culpable alegando estar bajo coacción matrimonial. Después de declararse culpable ante el tribunal, Huhne ha anunciado que dimitirá como parlamentario. "Tras asumir la responsabilidad de algo que pasó hace diez años, la única acción correcta para mí es la de renunciar a mi escaño por Eastleight en el Parlamento, algo que haré en breve", ha declarado.

El portavoz del primer ministro británico, David Cameron, ha rechazado hacer ningún comentario sobre la dimisión del exsecretario de Energía. "Es un problema del señor Huhne", ha señalado. Por su parte, un ayudante del viceprimer ministro Nick Clegg ha revelado que éste está "conmocionado y triste" por la conducta de Huhne. A raíz de la dimisión, se espera que haya elecciones parciales para ver quién ocupa su escaño en el Parlamento por Eastleight, en Hampshire, en el sur de Inglaterra.

Según la BBC, la acusación hace referencia a un incidente de marzo de 2003 cuando el coche de Huhne fue supuestamente captado por un radar de la autopista entre el aeropuerto de Standsted, en Essex, y Londres. Se presume que entre el 12 de marzo y el 21 de mayo la por entonces mujer de Huhne comunicó a la Policía que ella era la conductora del vehículo para evitar que su marido fuera procesado.

En Inglaterra, este tipo de delitos se castiga con una pena de prisión de entre 6 meses y un año.

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