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Casi 800.000 personas han huido para salvar sus vidas

Expertos de ONU piden juzgar a militares birmanos por "genocidio" de rohinyás

Investigadores de la ONU han confirmado elementos de "genocidio intencional" por parte de las Fuerzas Armadas birmanas en la operación efectuada hace un año contra la minoría musulmana rohinyá en el estado de Rakáin, por lo que sus mandos deben ser investigados y juzgados por un tribunal internacional.

Una misión de investigación internacional de la ONU compuesta por tres expertos que encabezó el indonesio Marzuki Darusman investigó los presuntos crímenes cometidos por fuerzas militares y de seguridad desde 2011 en los estados de Kachin, Shan y, especialmente, en el norte de Rakáin. Además del "genocidio intencional" en Rakáin, han recabado pruebas de crímenes de guerra y contra la humanidad en los tres estados.

Los expertos instaron al Consejo de Seguridad de la ONU a referir el caso a la Corte Penal Internacional (CPI) o a crear un tribunal internacional penal "ad hoc" para juzgar esos crímenes. Mientras tanton, sugirieron, deben imponerse sanciones individuales contra los presuntos responsables identificados y un embargo armamentístico contra Birmania (Myanmar).

En su informe -las autoridades birmanas no les dieron acceso al país-, la misión considera que "los crímenes cometidos en el estado de Rakáin (antes Arakán), y la manera en la que fueron perpetrados, son similares en su naturaleza, gravedad y alcance a aquellos que han permitido establecer un genocidio intencional en otros contextos". "Podemos decir que el 25 de agosto (de 2017) los elementos de genocidio estaban presentes, lo que no quiere decir que sea necesariamente la fecha del inicio" del crimen, sostuvo en rueda de prensa el investigador australiano Christopher Sidoti, miembro de la misión de las Naciones Unidas.

El 25 de agosto del año pasado se produjo un ataque de insurgentes del Ejército de Salvación Rohinyá de Arakán (ARSA) contra puestos policiales y militares en la zona que causó más de un centenar de muertos (la mayor parte guerrilleros) y que desató una nueva campaña militar birmana en la región.

Los expertos de la ONU consideran a los mandos militares los responsables de los crímenes cometidos durante la campaña militar, empezando por su máximo responsable, el general Min Aung Hlaing. Pero también condenaron a la líder de facto birmana, la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, porque "no utilizó su cargo (...) ni su autoridad moral para frenar o prevenir los acontecimientos en el estado de Rakáin".

Los expertos han elaborado una lista con los presuntos responsables de los crímenes cometidos contra los rohinyás. Su investigación se apoya en 875 entrevistas con víctimas y testigos, imágenes de satélite y documentos autentificados, fotografías y vídeos

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