El equipo dirigido por la OMS (Organización Mundial de la Salud) que ha viajado a Wuhan a intentar conocer y buscar pistas sobre el origen del coronavirus ha informado de que, después de un mes de búsqueda, visitas al mercado y reuniones en la ciudad china de Wuhan y primer foco del virus, se refuerza la principal hipótesis de que la COVID-19 es de origen animal y "con gran capacidad de transmitirse en humanos”, según ha indicado el doctor Liang Wannian.
El doctor también ha destacado los grandes avances que se han hecho en cuanto a la exploración y conocimiento para entender la dimensión de la pandemia a nivel mundial pero reconoce que hay evidencias significativas para concluir que el origen del virus estaba en los murciélagos o en los pangolines.
"Son candidatos potenciales para la transmisión, pero las muestras de coronavirus encontradas en esas especies no son idénticas al SARS-CoV-2. La alta susceptibilidad de los visones y gatos al coronavirus sugiere que puede haber otros animales que sirvan como reservorios, pero la investigación es insuficiente”.
Este experto chino ha solicitado además que se investigue la posibilidad de que el SARS-CoV-2 haya llegado al país a través de productos congelados, dado que “no es posible determinar cómo se introdujo en el mercado Huanan”.
Otros expertos chinos han estado involucrados y han participado también la rueda de prensa.
La OMS ha querido agradecer a estos expertos su participación desde el primer momento y ha declarado que “China siempre nos ha ayudado y ha sido un apoyo importante en la lucha global contra la pandemia".
El 14 de enero el equipo de la OMS llegaba a Wuhan y tras dos semanas de cuarentena, visitó lugares clave como el mercado Huanan además del instituto de Virología de Wuhan. Y han rememorado que "17 expertos de 17 países diferentes han viajado a Wuhan para investigar sobre tres aspectos diferentes: por un lado, a nivel epidemiológico, por otro, desde su relación con los animales y, por último, desde un punto de vista molecular”.
Este equipo de la OMS, donde se encontraba el zoólogo Peter Daszak contó a Reuters que uno de sus objetivos principales era "identificar los próximos pasos para llenar los vacíos”. Y el experto en enfermedades infecciosas Dominic Dwyer informó de que seguramente “llevaría años comprender completamente los orígenes del COVID-19”. Mientras, EEUU señaló a China y criticó que esta necesitaba ser más abierta en compartir datos y muestras, al mismo tiempo de Beijing acusó a Washington de politizar una misión científica de este nivel de importancia.