Al menos siete personas han muerto y una decena continúan desaparecidas bajo los escombros a que han quedado reducidos los dos edificios de apartamentos afectados este miércoles por una explosión de gas. Además alrededor de unas 80 personas han precisado atención médica, según el último balance confirmado por las autoridades.
Según informa el diario 'New York Post', a primera hora de esta mañana se han encontrado otros dos cuerpos, después de que poco después de media noche se hallara a una cuarta persona sin vida bajo los escombros y en la tarde de este jueves haya aparecido un nuevo cadáver. Las otras tres víctimas ya han sido identificadas, según el diario. Se trata de Griselde Camacho, de 48 años, responsable de seguridad pública en Hunter College Carmen Tanco, de 67 años, asistente dental y Rosaura Hernandez, de 21 años.
Entre los heridos figuran varios en estado crítico, incluido un niño, mientras que, horas después del derrumbe, las autoridades todavía tratan de localizar a algunas personas.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció este miércoles que el derrumbe se debió a una explosión por una fuga de gas. También precisó que las autoridades proceden a buscar entre los escombros, una vez que los bomberos han controlado el incendio, tras explicar que quince minutos antes de la explosión un vecino llamó a la empresa ConEdison para alertar de una fuga de gas.
Varios vecinos del este del barrio de Harlem han escuchado en torno a las 9.00 horas de este miércoles la potente explosión. El edificio en el que se ha registrado la deflagración ha sufrido un incendio y podría tener dañada su integridad estructural. Varios testigos presenciales han indicado que han visto caer lo que parece ser parte del tejado del inmueble.
Una densa nube de humo negro se pudo ver desde diversos puntos de Manhattan. La Policía ha activado el nivel dos de movilización de efectivos para controlar la situación. El servicio de Metro en la zona norte de Manhattan quedó suspendido después de la explosión. Los escombros de la deflagración han alcanzado el tramo de metro en elevación que transcurre entre la calle 116 y Park Avenue.
"Ha sido una tragedia del peor tipo porque no hubo ninguna indicación a tiempo que nos permitiera salvar a gente", dijo el alcalde, quien insistió en que la primera llamada de alerta fue "quince minutos antes de la explosión". De Blasio compareció ante la prensa acompañado por el jefe de la policía, Bill Bratton, el comisionado del cuerpo de bomberos, Salvatore Cassano, y la presidenta del Concejo Municipal, Melissa Mark-Viverito.
La política puertorriqueña, que representa a ese distrito en el Concejo, se dirigió a la prensa en español para pedir a los vecinos que no tengan miedo de ponerse en contacto con las autoridades para pedir ayuda. "No podemos dar un número específico de desaparecidos pero le pedimos a la gente que se comunique con el número de emergencias 311 para reportarse", dijo Mark-Viverito, quien indicó que colaborarán en todo lo posible con todas las agencias de la ciudad.
Por su parte, el jefe de los bomberos indicó a los periodistas que en estos momentos la prioridad es controlar el fuego desatado tras la explosión antes de continuar con la búsqueda de posibles víctimas entre los escombros. Cassano indicó también que si las primeras dotaciones de bomberos hubiesen llegado a la zona de la explosión "cinco minutos antes", entonces "ahora quizá tendríamos que hablar de víctimas mortales entre nuestros hombres".
La explosión tuvo lugar en la calle 116 a la altura de Park Avenue, y uno de los edificios afectados tenía pendientes 60 denuncias de las autoridades por distintos motivos, según dijo el senador estatal Adriano Espaillat. En las plantas bajas de los dos edificios derrumbados había una iglesia hispana y una tienda de pianos, y encima había cuatro plantas de apartamentos en los que había gente viviendo, según confirmaron las autoridades.
El departamento de bomberos ha desplazado medio centenar de unidades y más de 250 personas, mientras que la policía ha enviado a un grupo especial de desactivación de explosivos como medida de precaución, según indicaron medios locales.