El artefacto había sido colocado en una motocicleta aparcada en el exterior del tribunal y la explosión destrozó ocho automóviles y varias ventanas, según la Policía.
La Policía había evacuado el edificio y la zona después de que una cadena de televisión recibiera una llamada anómima alertando de la colocación de una bomba y de que iba a explosionar 40 minutos más tarde, según fuentes policiales.
El hecho de que los autores llamaran con 40 minutos de antelación e informaran del número de matrícula de la motocicleta revela, a juicio de la Policía, que no había propósito de matar. Ningún grupo ha reivindicado el ataque.
"Condenamos esta acción, no se puede intentar cambiar el mundo poniendo en peligro la vida de personas inocentes", declaró el viceministro de Transportes, Spyros Vougias, a la cadena de televisión Skai TV.
El pasado mes de noviembre, un grupo anticapitalista reivindicó el envío una serie de paquetes bomba a varias Embajadas en Atenas y a las direcciones de varios gobiernos extranjeros.
Los grupos armados de extrema izquierda griegos han incrementado sus ataques -en su mayoría cometidos de noche contra edificios del Gobierno, la Policía y de los bancos, y siempre con llamada de advertencia- desde diciembre de 2008, tras la muerte de un adolescente a manos de la Policía.
