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AUMENTAN LAS VOCES DISCORDANTES DENTRO DEL PARTIDO
Revelan un complot en el partido de Theresa May para obligarla a dimitir
Consideran que carece de la autoridad necesaria después de haber perdido la mayoría absoluta en las elecciones anticipadas del 8 de junio. Para instigar una moción de confianza contra el líder del Partido Conservador se requieren las firmas de un 15 % del grupo parlamentario, lo que actualmente se cifraría en 48 diputados.
Varios ministros del Gobierno de la primera ministra británica, la conservadora Theresa May, salieron en su defensa después de que se haya desvelado un complot de una treintena de diputados "tories" para echarla del cargo.
El ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, aseguró a la cadena pública BBC que la jefa del Ejecutivo "es una líder fantástica" que tiene el apoyo del gabinete y debería quedarse en el cargo "tanto tiempo como quiera".
"La mayoría de los diputados y todo el gabinete de ministros la apoya", sostuvo Gove, quien después del voto favorable al "brexit", el 23 de junio de 2016, compitió con May para hacerse con el liderazgo del partido.
"Ha sido una excelente primera ministra y espero que continúe por muchos años", abundó. En un artículo en "The Daily Telegraph", la ministra del Interior, Amber Rudd, ha instado por su parte a May a quedarse al frente del Gobierno, al tiempo que el primer secretario de Estado, Damian Green, ha declarado que la jefa del Gobierno está "decidida a acabar el trabajo", pues "lo considera su deber".
El diputado conservador Nigel Evans dijo a la treintena de diputados conspiradores que, puesto que no han podido reunir las 48 firmas necesarias para impulsar una moción de confianza dentro del partido, deberían "callarse".
"Nadie quiere unas elecciones anticipadas", indicó Evans a la BBC, reflejando el sentir generalizado de que un cambio de liderazgo interno propiciaría unos comicios generales que podrían beneficiar al líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn. Tras revelarse esta mañana el nombre del líder del complot "tory" -el expresidente honorario del partido Grant Chapps-, May aseguró que mantiene "el pleno apoyo" de su gabinete y señaló que lo que quiere aportar es un "liderazgo sereno".
La primera ministra hizo este comentario después de que Shapps confesase a la cadena estatal que lidera la rebelión e indicó que al menos treinta diputados quieren que May dimita, pues consideran que carece de la autoridad necesaria después de haber perdido la mayoría absoluta en las elecciones anticipadas del 8 de junio.
Shapps dijo a la BBC que la jefa del Ejecutivo es una "persona honrada" pero que "se la jugó a una carta" al convocar esos comicios, con los que precisamente esperaba afianzar su mandato en un momento en que las encuestas le daban máxima popularidad. Para instigar una moción de confianza contra el líder del Partido Conservador se requieren las firmas de un 15 % del grupo parlamentario, lo que actualmente se cifraría en 48 diputados, lo que hace improbable que prospere la iniciativa de Chapps.
Si May perdiera esa votación o decidiera dimitir se convocarían elecciones internas, en las que los candidatos son votados primero por los diputados y la militancia solo elige entre los dos finalistas.
Las dudas sobre la estabilidad del gobierno de May se han acrecentado después de que la primera ministra protagonizara un accidentado discurso en el congreso anual del partido, en el cual debía ofrecer una muestra de autoridad.
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