Una familia lucha por demostrar que el daño cerebral que sufre su hijo es debido al altavoz que le cayó encima en un hotel de lujo

Stanley Bicrh, que tenía tres años en el momento del suceso, se encontraba junto a sus padres en un hotel de lujo en Turquía cuando un altavoz cayó de un balcón situado a 15 metros de altura, precipitándose sobre él.

Sus padres, Mitchell y Amy, temían que estuviese muerto ya que yacía inmóvil y cubierto de sangra junto a la piscina del Resort.

Un huésped del hotel, que era médico, acudió rápidamente en su ayuda y Stanley fue trasladado a un hospital cerca donde los médicos le operaron durante tres horas.

El niño se quedó con daño cerebral graves tras descubrir los cirujanos que tenía un hematoma epidural y que tenía que drenar el exceso de sangre en su cerebro. Dos semanas, 20 grapas en la cabeza y diez puntos de sutura en la cara fueron necesarios para que Stanley pudiese volver a casa.

El golpe que recibió en el lado derecho de la cabeza le ha dejado un daño cerebral que afecta a su desarollo. Stanley tiene problemas de conducta y su familia afirma que es debido a las heridas causadas por el accidente.

Stanley, que ahora tiene seis años, junto a su familia están a la espera de un dictamen compensatorio por los daños causados, que le obligan a hacerse chequeos mensuales para vigilar de cerca el desarrollo cerebral.

El hotel aceptó la responsabilidad de pagar los chequeos médicos si se verifica que las conductas del niño fuesen provocadas por el accidente.

El abogado de la familia,Mark Gore, considera que es poco probable que sean indemnizados antes de que el niño cumpla los 18 años. Hay que esperar a momentos clave de su vida, como son los estudios, para determinar el efecto que esto ha tenido sobre él".