Héctor al descubrir su propio videoclub

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EN TEXAS

Una familia recrea el videoclub favorito de su hijo con autismo al enterarse de que va a cerrar

Héctor es un joven que sufre autismo y que durante siete años ha ido al menos dos veces a la semana a un videoclub para alquilar sus películas favoritas. Al enterarse de que iba a cerrar, los padres de Héctor supieron que sería una pésima noticia para él, por lo que decidieron hacer una recreación en su casa.

Héctor Andrés Zuniga es un joven de 20 años que sufre autismo y que desde que tenía 13 años ha ido al mismo videoclub de Sharyland, en Texas. Al menos dos veces a la semana, el joven iba al local para comprar algo de comida y alquilar sus películas favoritas.

Casi todos los miembros del videoclub han visto a Héctor crecer y su padre relata que siempre que pasaban por la puerta del local, su hijo lo señalaba y de su boca salía una de las pocas palabras que es capaz de decir: 'Barney'.

Sin embargo, hace unos meses la madre de Hector, Rosa, recibió malas noticias. Un empleado del videoclub les dijo que el local iba a cerrar. Sus padres sabían que la noticia le rompería el corazón a su hijo, por lo que tuvieron que decírselo cuidadosamente. "Héctor tiene un gran corazón y es muy afectuoso, pero como todo el mundo, tiene días malos. Y sabíamos que uno de esos días estaría a la vuelta de la esquina cuando nos enteramos de que el videoclub iba a cerrar".

Pero a la madre de Héctor se le ocurrió una idea para que su hijo no sufriera. Pensó que el videoclub vendería sus productos, por lo que sería una buena idea comprar algunos de ellos y recrear el local que tanto le gustaba a su hijo en su propia casa. "Los empleados nos avisaron cuando empezaron a vender los productos y fui uno de los primeros clientes", cuenta el padre de Hector.

De esta manera, la familia empezó a adquirir todo tipo de productos del videoclub: desde DVDs, letreros e incluso estanterías.

El último día que el videoclub permanecía abierto, la familia llevó a Héctor al local para que asumiera que estaba cerrado. "Lo entendió, lo pedía ver en sus ojos, y casi se derrite", confiesa su padre en declaraciones al medio Huffington Post. Al ver que su hijo se estaba emocionando, el padre cogió sus manos y le dijo "el local está cerrado, pero tenemos una sorpresa para ti en casa".

Una vez que llegaron a su domicilio cubrieron los ojos de Héctor y le dieron la sorpresa. "A mi hijo le cuesta expresar emociones, pero cuando vio la habitación sus ojos se abrieron como platos", pues tenía un videoclub al que poder ir siempre que quisiera.

El hermano pequeño de Héctor, decidió compartir a través de Twitter el momento en el que le dieron la sorpresa.

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