En Estados Unidos avanza la investigación sobre el atentado cometido en Boston por los hermanos Sarnáev. La culpabilidad de ambos deja lugar a pocas dudas, pero su madre defiende la inocencia de sus hijos. Desde Rusia, asegura que jamás habrían hecho algo así. "Lo que ha pasado es terrible pero sé que mis hijos no han tenido nada que ver. Sé que nunca se implicarían en nada como esto", declaraba la madre.
La pregunta que se hacen estos días en Estados Unidos es qué falló en la investigación para infravalorar la amenaza de los hermanos Sarnáev. De hecho, los servicios de seguridad rusos advirtieron hace dos años de que el hermano mayor era un "posible terrorista". Su último viaje a la república rusa de Daguestán fue clave, pero pasó inadvertido para el FBI, y ahora le llueven las críticas.
Muchos se preguntan por qué no detuvieron antes a Tamerlan Sarnellev. El gobierno ruso pidió que se le investigara en 2010 por su cercanía al islamismo radical. Las autoridades estadounidenses le interrogaron tres veces, pero no encontraron nada.
Ese mismo año Tamerlan viajó a la región rusa de Dagestán. Allí habría entrado en contacto con terroristas islámicos, pero el FBI ni se enteró del viaje, debido, dicen, que fue debido a una errata. La aerolínea en la que viajaba escribió mal su nombre y no saltaron las alarmas. Otros creen que lo consiguió con un pasaporte falso.
Michael McCaul, Presidente de la Comisión de Seguridad Nacional, cree que esos seis meses y medio "son extremadamente importantes". Mike Rogers, senador republicano, considera que "conociendo la violencia de los extremistas rebeldes chechenos, yo quiero pensar que le estaban controlando, pero la cuestión es que cuando volvió planeó todo esto".
A su vuelta empezó a colgar vídeos de terroristas islámicos en internet. También discutió en público en la mezquita de Boston, donde le consideraban un radical, pero las alarmas tampoco saltaron. Y siguieron sin hacerlo cuando compró sin licencia las armas que más tarde utilizaron los dos hermanos. Un fallo de inteligencia del que el FBI dará explicaciones ante el Congreso.
El FBI trata de avanzar en la investigación y para ello es fundamental el testimonio del hermano menor. Yohar, de 19 años, sabe que se enfrenta a un proceso judicial en el que aún no está claro si afrontará la pena capital o la cadena perpetua. Por el momento, parece que está colaborando con los expertos en la lucha antiterrorista.
