La Fiscalía de Catania, en Sicilia, consideró que en el naufragio frente a las costas de Libia el pasado 19 de abril, en el que se cree que murieron 850 personas, hubo al menos cuatro presuntos traficantes que llevaron a estas personas con destino a Italia. La Fiscalía llegó a esta conclusión tras efectuar los primeros interrogatorios al supuesto patrón del barco, el tunecino Mohammed Alì Malek, y su ayudante, el sirio Mahmud Bikhit, según informaron los medios locales.
Tras los interrogatorios, la Justicia italiana mantiene el arresto preventivo de ambos, identificados entre los 28 supervivientes como los traficantes que les estaban llevando a las costas italianas. Además, según estas informaciones, la Fiscalía cree que había otros dos somalíes que murieron en el naufragio y que fueron los encargados de encerrar bajo llave a cientos de inmigrantes en la bodega y en la cubierta inferior, impidiendo así que pudieran salir cuando el pesquero volcó en las aguas del Canal de Sicilia.
Respecto a los dos acusados actualmente, la Fiscalía considera que el patrón del barco desempeñó un papel muy importante y que, basándose siempre en los testimonios de los supervivientes, realizó la travesía "armado con una pistola" y hablando "con el organizador libio del viaje al que se refería con el nombre de 'gran director'". En cuanto al sirio Bikhit, este "repartía los víveres y el agua a bordo del barco" y era el único que podía "moverse libremente".
Los interrogatorios proseguirán, y también la Fiscalía de Catania podrá escuchar en las próximas horas más testimonios de otros supervivientes en esta tragedia.