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El presidente electo de Francia, François Hollande, ha ganado la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se ha celebrado este domingo con el 51,7% de los votos, según ha informado el Ministerio del Interior con el 99% del escrutinio completado.

El otro candidato que concurría al balotaje, el ya presidente en funciones, Nicolas Sarkozy, ha conseguido un 48,3% de los votos. Los resultados electorales le convierten en el undécimo líder europeo en salir del Gobierno desde que comenzó la crisis económica, en 2008.

La participación ha alcanzado el 80,20%, tres puntos menos que en los comicios de 2007 (83,97), aunque uno más que en los de 2002 (79,71).

Desde Tulle, en el centro del país, antes de viajar a París para celebrar su victoria, Hollande destacó que los franceses habían "elegido el cambio" y que, entre sus prioridades, figura impulsar una "reorientación de Europa hacia el empleo, el futuro y el crecimiento". 

"Mi misión es dar a la construcción europea una dimensión de crecimiento, de empleo, de prosperidad, de futuro y es lo que diré lo más pronto posible a nuestros socios europeos y en primer lugar a Alemania", aseguró. 

Reacciones en toda Europa
El gobierno alemán fue uno de los primeros en comprometerse a mantener una "estrecha colaboración" con Hollande para atajar la crisis de la zona euro, desde la doble perspectiva del pacto fiscal y también del crecimiento económico. "Ambas partes están dispuestas a buscar un compromiso pragmático y viable para lograr el objetivo común de la estabilización del euro", afirmó el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, en declaraciones a la televisión pública ZDF. 

También el presidente alemán, Joachim Gauck, felicitó a Hollande en un telegrama, en el que expresó su convicción de que Francia y Alemania profundizarán en la línea de la "extraordinaria cooperación bilateral" y afirmó que hacer frente "a los grandes desafíos de la UE" pasa por llevar adelante una política "solidaria y responsable". 

Hollande ya anunció que si ganaba, viajaría a Berlín para plantear a la canciller Angela Merkel una reforma del tratado firmado a principios de marzo pasado que incluya medidas de reactivación económica como contrapeso al rigor presupuestario. 

La victoria del político socialista francés supone un salto cualitativo por el peso que tiene este país en la configuración de las políticas de la Unión Europea (UE), a través del denominado eje franco-alemán. 

Sarkozy asume la derrota
El conservador Nicolas Sarkozy, al igual que otros once mandatarios europeos de distintos signos políticos, cayó en las urnas en un contexto de crisis económica y financiera en la eurozona y el resto de países de la UE. 

"Asumo toda la responsabilidad de esta derrota", aseguró Sarkozy, quien deseó "buena suerte" a Hollande, ante cientos de simpatizantes reunidos en el centro de París. "He hecho todo lo posible para hacer triunfar las ideas que nos unen", agregó Sarkozy, quien afirmó que "nunca" olvidará el honor de presidir el país, pero no desveló si continuará en la vida política.

El gobierno belga felicitó "calurosamente" a Hollande por medio de su primer ministro, el socialista Elio Di Rupo, quien le ofreció su colaboración para trabajar a nivel europeo por el crecimiento y el empleo. Di Rupo añadió que espera trabajar con Hollande y los demás líderes de la Unión Europea "en la concretización de un plan de crecimiento y creación de empleos". 

En su saludo a Hollande, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, también expresó su convicción de que podrá contar con él para avanzar en la integración europea y relanzar el crecimiento en Europa. "Tenemos claramente un objetivo común: relanzar la economía europea para generar un crecimiento duradero, que se base en unos cimientos sólidos y sea fuente de generación de empleos. Debemos transformar ahora estas aspiraciones en acciones concretas", afirmó Barroso en un comunicado. 

Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, el socialista alemán Martin Schulz, auguró un cambio de rumbo para impulsar el crecimiento en Europa con Hollande. En un breve comunicado, felicitó al nuevo presidente francés y afirmó: "Ahora es el momento de un cambio de dirección en Europa".

El canciller federal de Austria, Werner Faymann, uno de los pocos socialdemócratas que gobierna en un país miembro de la zona euro, el éxito electoral de Hollande es "un importante impulso para una política que aboga por más crecimiento y empleo en Europa". Destacó que el crecimiento y el empleo son "los dos parámetros centrales para la estabilidad y la paz social en Europa.

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