El presidente de Francia, François Hollande, aseguró que van "a continuar con esos ataques", que "no habrá tegua alguna y ningún repliegue". Ha declarado en un discurso ante el Parlamento que su país "está en guerra, aunque esta guerra se enfrenta a un nuevo adversario", pero que antes ya "ha triunfado ante adversarios mucho más temibles que estos cobardes asesinos" de la organización terrorista Estado Islámico. Ha asegurado que pueden conseguirlo porque son "la patria de los derechos humanos.
"Hacen falta más ataques", y la unión de los que puedan luchar con la organización terrorista. Hollande ha defendido que el "pueblo francés es un pueblo valiente, que no se resigna y que se levanta cada vez que uno de sus hijos sufre". Su país "no busca contener al Estado Islámico sino de destruirlo", por lo que aseguró que intensificarán sus ataques en Siria.
Ha anunciado que ha pedido una reunión "en el plazo más corto posible" del Consejo de Seguridad de la ONU para aprobar una resolución contra el Estado Islámico.
El presidente de Francia ha pedido a diputados y senadores que prologuen el estado de emergencia durante tres meses para poder luchar contra el terrorismo, así como la reforma de la ley que lo regula, que data de 1955.
Pide una reforma constitucional que mejore las medidas para luchar contra el terrorismo al tiempo que "se protejan las libertades fundamentales". "Se trata de tener las herramientas adecuadas para tomar medidas adicionales". Reforzará "considerablemente" los medios para la justicia y las fuerzas de seguridad, y que las penas vinculadas con el terrorismo serán "endurecidas significativamente". "Tenemos que ser inquebrantables, implacables", apunta.
"Si estamos en guerra, no podemos hacerlo con los medios de hace unos años. Se van a crear 5.000 plazas de policias y militares" para reforzar la lucha contra el terrorismo. "Este esfuerzo va a permitir restaurar el potencial de las fuerzas de seguridad", asegura el presidente.
Los atentados del pasado viernes fueron "planificados en Siria, organizados en Bélgica y perpetrados en nuestros suelo, con complicidades en Francia". Considera que estamos ante una guerra contra el terrorismo yihadista "contra todo el mundo, no sólo con Francia".