Las fuerzas de Ouattara toman la residencia de Gbagbo en Costa de Marfil

Los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy, y de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, hablaron hoy por teléfono. La fuente no dio detalle alguno sobre el contenido de la conversación, sobre el momento en el que ésta tuvo lugar ni sobre quién tomó la iniciativa.

El Elíseo informó horas antes de que Sarkozy había respondido positivamente a la petición de ayuda militar urgente de la ONU para intentar evitar que la población civil de Costa de Marfil siguiese siendo víctima de ataques de armamento pesado por parte de las fuerzas leales al ex presidente Laurent Gbagbo.

Tras los primeros ataques conjuntos realizados por las fuerzas de la ONU en Costa de Marfil (ONUCI) y el Ejército francés, el consejero en Europa del presidente saliente, que desde el pasado noviembre se niega a aceptar su derrota y dejar el poder a su sucesor, condenó esa operación militar a la que calificó de "ilegal". En declaraciones al canal France 24, Alain Toussaint acusó a Francia de "instigar" la crisis en su país desde 2002 y en la emisora France Info aseguró que esos ataques contra los campamentos militares de Gbagbo donde viven familias habían causado numerosas muertes de civiles.

También poco después de que comenzasen los primeros ataques del Ejército francés y la ONUCI, un grupo armado pro-Gbagbo secuestró a cuatro o cinco personas, entre ellas dos ciudadanos franceses, el director del hotel Novotel y un hombre de negocios que conoce muy bien la región, según informó la emisora France-Info. El dispositivo francés Licorne en Costa de Marfil, que hoy utilizó varios helicópteros en apoyo de las operaciones de la ONUCI, está integrado en estos momentos por 1.650 hombres. Sarkozy recibió una petición escrita del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para ayudarle a cumplir la resolución 1975 del Consejo de Seguridad de la ONU, votada por unanimidad el pasado 30 de marzo. En ella se pide a la ONUCI que evite que se utilicen armas pesadas contra la población civil y el personal de Naciones Unidas en Abiyán.

Unos 250 extranjeros residentes en Costa de Marfil, en su mayoría franceses, abandonaron hoy el país voluntariamente en vuelos facilitados por el Ejército francés desde Abiyán, según informó el ministerio francés de Asuntos Exteriores.

Ayer fueron 170 los ciudadanos que dejaron la capital económica del país. Hasta este domingo se habían reunido en las cercanías del aeropuerto de la capital alrededor de 1.653 extranjeros, entre ellos unos 750 franceses de los 12.000 que se calcula viven en ese país africano, y a quienes Sarkozy pidió este domingo que fuesen agrupados en tres puntos de Abiyán.