El arresto de cinco funcionarios de prisiones de Durango, supuestos cómplices de reos a quienes les permitían salir a delinquir, muestra la debilidad institucional que hay en México justo cuando el país se juega parte de su futuro en el combate al narcotráfico.
El analista del Centro de Investigación y Docencia Económica José Antonio Crespo declara, que este nuevo caso detectado en el Centro de Readaptación Social Dos de Gómez Palacio, es "un reflejo más de la penetración de los narcos en las instituciones del Estado".
La Procuraduría General de la República ha anunciado el arresto de la directora de la cárcel, Margarita Rojas Rodríguez, del subdirector, Francisco Carlos Alberto Uranga, y de los jefes de Seguridad y Vigilancia del penal, Roberto Enríquez Aguayo y José Guadalupe Díaz Ordaz.
Rojas, galardonada este año con un premio estatal para mujeres, está acusada de permitir salir por las noches a reos que perpetraron al menos treinta asesinatos.