Los integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China) más Alemania han sellado en Ginebra un histórico acuerdo con Irán que congelará el programa nuclear iraní durante seis meses, tiempo en el se buscará llegar a un acuerdo global y definitivo.
La alta representante de la política exterior europea, Catherine Ashton, anunció formalmente el acuerdo en una muy breve ceremonia esta madrugada en el Palacio de las Naciones, sede de la ONU en Ginebra. Ashton se fundió en abrazos con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y saludó con evidente emoción a los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Rusia, Francia, Alemania y China, así como al de Irán, quienes participaron durante toda la jornada en las intensas negociaciones que resultaron en el esperado acuerdo.
Nada más conocerse la noticia del pacto para impedir que Irán logre construir una bomba atómica, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que este es un "gran acuerdo" que "hace el mundo más seguro". Obama confirmó que el pacto alcanzado congelará durante los próximos seis meses el programa nuclear de Irán con el objetivo de que éste sea "completa y exclusivamente para objetivos pacíficos".
"Por primera vez en casi una década, hemos frenado el avance del programa nuclear iraní" y las partes clave del programa se verán aplicadas, dijo el mandatario en una intervención ad hoc desde la Casa Blanca. El presidente estadounidense advirtió que, si Irán no cumple "completamente" sus compromisos durante esta fase de seis meses, Estados Unidos revocará las ayudas que le han sido concedidas para paliar las consecuencias económicas de las sanciones que le han ido siendo impuestas durante los últimos años.
Obama reconoció, sin embargo, que Israel y sus aliados del Golfo "tienen buenas razones para ser escépticos sobre las intenciones de Irán" pese al acuerdo alcanzado. En cuanto a las condiciones del acuerdo, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, indicó que Irán dentro de seis meses no contará con más reservas de uranio enriquecido al 20 por ciento, las que serán diluidas en su totalidad.
"Esto significa que los 200 kilos de uranio enriquecido al 20 por ciento (que la república islámica posee actualmente) quedarán en cero en seis meses", explicó en una conferencia de prensa. Kerry manifestó que Irán aceptó también suspender "todo el enriquecimiento (de uranio) por encima del 5 por ciento" y ha garantizado que "no aumentará sus reservas de 3,5 por ciento o uranio enriquecido a bajo nivel" en el periodo en cuestión.
El jefe de la diplomacia estadounidense dijo que todo ello "no significa que (Irán) tiene derecho a enriquecer uranio. A pesar de los comentarios que se hacen al respecto, esto no está en el documento". Agregó que el programa nuclear de Irán con fines estrictamente pacíficos "estará sujeto a negociaciones (posteriores) y a un acuerdo mutuo, y sólo entonces veremos si el enriquecimiento podrá hacerse.
Asimismo, el secretario de Estado estadounidense anunció que se pondrán en marcha mecanismos de control "sin precedentes" del programa nuclear iraní, con "accesos diarios" de mecanismos de verificación a todas las instalaciones nucleares. Kerry indicó que, a cambio de las "significativas" concesiones que ha hecho Irán, se aliviarán las sanciones económicas que sufre, aunque "de forma limitada y reversible".
Uno de los elementos centrales es que Irán podrá repatriar 4.200 millones de dólares procedentes de las exportaciones de petróleo y que están bloqueados en bancos extranjeros. Irán podrá obtener 1.500 millones de dólares adicionales por exportaciones de productos petroquímicos y automotrices, gracias al alivio parcial de las sanciones.
Kerry fue enfático al señalar que las sanciones continuarán teniendo un fuerte efecto sobre la economía iraní, que dejará de ganar 25.000 millones de dólares -o 4.000 millones de dólares mensuales- durante los seis meses de aplicación de este acuerdo preliminar. El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Javad Zarif, dijo hoy que una comisión conjunta será la encargada de verificar la implementación del acuerdo alcanzado.
En una rueda de prensa, Zarif declaró que se "va en la dirección correcta" para restaurar la confianza con quienes sospechaban de que sus actividades nucleares pudiesen tener fines militares.
Sin embargo, agregó que se trata de "un primer paso" y que ahora todas las partes deben seguir trabajando juntas "y sobre una base de igualdad y respeto mutuo" para garantizar este resultado a largo plazo. Sobre el derecho de su país a enriquecer uranio, Zarif declaró que éste ha quedado reconocido y recordó que el Tratado de No Proliferación Nuclear no priva a los Estados firmantes de desarrollar la tecnología nuclear con fines pacíficos ni el procedimiento de enriquecimiento de uranio, en particular.