La salida efectiva del Reino Unido de la Unión Europea (UE), que se consumará finalmente en la medianoche de este 31 de enero, genera inquietud e interrogantes en España, donde no se pueden medir totalmente las consecuencias en empresas y ciudadanos.
España mantiene, junto con Irlanda, una de las dos fronteras terrestres con el Reino Unido (la de Gibraltar) y un elevado nivel de turistas y ciudadanos de ambos países que residen en el otro, y todo ello hace que las implicaciones bilaterales del 'brexit' sean muy importantes.
Entre las principales cuestiones, está la controvertida parte de Gibraltar, la estratégica ciudad que controla el estrecho del mismo nombre y bajo dominio británico desde 1704. Se trata del único lugar (salvo Irlanda) donde el Reino Unido tiene una frontera terrestre con otro país de la UE.
Ahí, entre británicos que hablan español con acento andaluz, está el paso fronterizo más pequeño del 'brexit'. Cada día atraviesan la conocida como 'verja' de Gibraltar casi 15.000 trabajadores, así como 200 camiones de transporte.
En Gibraltar no hay desempleo, pero al otro lado de la frontera, en La Línea, alcanza casi el 31 por ciento de la población activa, por lo que un impacto económico negativo del 'brexit' en la rica colonia británica preocupa mucho a la deprimida comarca con la que bordea. "La dependencia (económica) es total", reconoce el español Lorenzo Periañez, presidente del grupo transfronterizo que reúne a empresarios y sindicatos de ambos lados.
El pequeño territorio, de 32.000 habitantes, vive sobre todo de la industria de servicios financieros, como las empresas de juego y apuestas por internet. De hecho, Gibraltar, con 6,8 kilómetros cuadrados, alberga ahora mismo 13.536 empresas, que son 3.300 menos que hace un año.
España y el Reino Unido firmaron a finales de 2018 una serie de acuerdos bilaterales en cuestiones como derechos de trabajadores transfronterizos, medio ambiente, cooperación fiscal y aduanera y lucha contra el contrabando de tabaco.