Gisèle Pelicot, "totalmente destruida", se dirige a su marido por primera vez: "Me han violado cien veces... ¿Cómo pudiste traicionarme así?"

Este miércoles ha tenido lugar una nueva sesión del juicio del caso Gisèle Pelicot, la mujer de 72 años que fue drogada por su marido para someterla a violaciones con más de cincuenta personas. La francesa desconocía las prácticas sexuales a las que le sometía su pareja ya que los medicamentos que le servía en la comida y bebida la dejaban inconsciente.

Gracias a los vigilantes de un supermercado, que detuvieron al marido por grabar debajo de la falda de una mujer, cuatro años después salieron a la luz los videos en los que decenas de hombres la violaban mientras estaba bajo los efectos de los ansiolíticos.

Después de ocho semanas desde que dio comienzo el primer juicio, escuchar los testimonios de los acusados y ver las imágenes grabadas de su marido en las supuestas violaciones, le ha tocado el turno a Gisèle. Esta mañana ha vuelto a declarar en el juicio abierto celebrado en la ciudad francesa de Aviñón.

Por primera vez se ha dirigido a su marido, el principal acusado: "¿Cómo me pudiste traicionar así? Dejar que estos desconocidos entrasen a nuestra habitación". Gisèle ha evitado el contacto visual con su Dominique Pelicot y se ha definido como "una mujer totalmente destruida".

"El hombre perfecto"

La víctima ha recordado los cincuenta años que llevaban casados y lamentando de "traición inmensurable" los hechos que cometió. Ambos tuvieron tres hijos, y compartieron "momentos difíciles, vacaciones, Navidades" porque "eras un padre atento", ha reprochado contra Dominique Pelicot. No comprende cómo el "hombre perfecto", quien le acompañaba y apoyaba en cualquier situación, "en quien confiaba plenamente" le haya traicionado de esa manera.

Gisèle ha mantenido su decisión de que las sesiones se desarrollen con público con el objetivo de ayudar a otras víctimas, advirtiendo que la amenaza puede estar dentro de casa: "El violador no siempre te lo encuentras en un aparcamiento, a altas horas de la noche. También puede estar dentro de tu familia, de tus amigos".

"No debía tener vergüenza"

Durante las sesiones se ha sentido "herida" y "cuestionada", pero a pesar de ello ha recalcado que "no debía tener vergüenza, no podía reprocharme nada" y aunque "era algo difícil y doloroso para mí", permitiría conocer la realidad y ayudar a otras personas víctimas de violación.

Su abogado, Stèphane Babonneau aseguró a la Radio France Bleu que este nuevo testimonio a mitad de juicio "permitirá juzgar mejor el caso". Con la nueva declaración y el juicio abierto, Gisèle Pelicot quiere que "la vergüenza cambie de bando" para que las víctimas no sean cuestionadas y nunca se repitan las violaciones que ella sufrió durante casi una década.

En los alrededores del Tribunal de Aviñón decenas de personas habían acudido con pancartas en apoyo de Giséle y otras víctimas. El pasado sábado, un grupo de feministas españolas acudieron a la manifestación frente al juzgado con el mensaje: "Bienvenidas nuestras hermanas en apoyo a Gisèle".

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