La policía francesa vigila los alrededores de la estación de Lille, en Francia

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con 415 votos a favor

El Gobierno francés aprueba en primera lectura su controvertida ley antiterrorista

Esta nueva ley incorpora al derecho ordinario varias medidas excepcionales para el combate contra el terrorismo que figuran en el actual estado de emergencia. La meta es que entre en vigor el próximo 1 de noviembre, cuando acaba el estado de emergencia

El Gobierno francés ha aprobado en primera lectura su controvertida ley antiterrorista que incorpora al derecho ordinario varias medidas excepcionales para el combate contra el terrorismo que figuran en el actual estado de emergencia. El proyecto de ley propuesto por el Gobierno del socioliberal, Emmanuel Macron, obtuvo 415 votos favorables, 217 en contra y 19 abstenciones de un total de 542 votos emitidos.

La meta es que entre en vigor el próximo 1 de noviembre, cuando acaba el estado de emergencia que está vigente desde noviembre de 2015, activado por el recrudecimiento de la oleada de atentados yihadistas en Francia. No obstante, una comisión mixta bicameral deberá todavía reunirse a partir del 9 de octubre para armonizar los textos salidos de la Asamblea y del Senado.

La nueva ley traspondrá al derecho ordinario medidas excepcionales contra el terrorismo, como el cierre de los centros religiosos en los que se profieran discursos que hagan apología de la violencia y la facilitación de registros y controles a sospechosos de terrorismo.

La izquierda francesa, organizaciones no gubernamentales y sindicatos de la magistratura han criticado esta norma por vulnerar las libertades fundamentales, ser ineficaz y estigmatizar a colectivos como los inmigrantes.

Para el ministro del Interior, Gérard Collomb, la ley antiterrorista brinda "medidas fuertes y nuevas herramientas para enfrentarse a una amenaza duradera" con la meta de "proteger mejor a los franceses". Su aprobación sucede dos días más tarde de que un hombre matase armado con un cuchillo a dos jóvenes estudiantes en la estación central de ferrocarril de Marsella (Francia) al grito de 'Alá es grande'.

Los diputados de La República en Marcha, el partido de Macron, apoyaron mayoritariamente este norma, así como sus socios centristas, una mayoría de la Nueva Izquierda (el nuevo nombre del grupo socialista), y una pequeña parte del partido conservador Los Republicanos. Se opusieron la facción mayoritaria de Los Republicanos, la izquierda radical de la Francia Insumisa y la ultraderecha del Frente Nacional (FN), entre otros.

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