El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho

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NECESITA EL APOYO DE SU SOCIO DE COALICIÓN

El Gobierno luso afrontará su quinta moción de censura con su mayoría

El Gobierno conservador portugués afronta su quinta moción de censura, que espera superar con los votos de su recompuesta mayoría, mientras los principales partidos negocian un difícil pacto para dar estabilidad política y económica al país. Para superar la moción, Coelho necesita el voto de su socio de coalición.

El Gobierno conservador de Pedro Passos Coelho se afronta a su quinta moción de censura. El Partido Socialista (PS), principal de la oposición, anunció que votará a favor de la moción, pese a que participa, junto a los dos partidos de la coalición conservadora en el poder, en el diálogo abierto hace cuatro días en busca de un acuerdo de "salvación nacional" propuesto por el Jefe de Estado, Anibal Cavaco Silva.

El Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha) del primer ministro Pedro Passos Coelho, con 108 de los 230 diputados, necesita del apoyo de su socio de coalición, el Centro Democrático Social Partido Popular (CDS-PP, democristiano), con 24, para superar la votación. El líder de esta formación, Paulo Portes, dio a entender la semana pasada que dará ese apoyo pese a las discrepancias entre los dos partidos en el poder y a la falta de aprobación presidencial a la remodelación ministerial acordada entre ambos para superarla.

La moción ha sido presentada por el partido de Los Verdes, que cuenta con dos diputados y tiene garantizado el apoyo de otros 22 legisladores de partidos de línea marxista, y los 74 del PS. La razón de la censura son, de nuevo, las duras políticas de austeridad aplicadas por Passos Coelho en Portugal, un país que no consigue salir de la recesión (superior al 2%) ni reducir el desempleo (18%) tras dos años de rescate financiero.

Entretanto la cuarta jornada de conversaciones entre el PS, el PSD y el CDS-PP para alcanzar un pacto de gobernabilidad que permita concluir el programa de rescate, acabó pasada la medianoche sin avances y formalmente aplazado hasta este jueves.

Fuentes del PS se quejaron, además, de la intransigencia de los partidos conservadores sobre el nuevo plan de austeridad previsto por el Gobierno para ahorrar los 4.700 millones de euros que exigen la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y al que se opone el PS y el resto de la izquierda. Pero sin una nueva reducción del gasto los expertos ven difícil que Portugal pueda cumplir el objetivo de reducir el déficit público este año al 5,5% del PIB.

Un organismo asesor del Estado, el Consejo de Finanzas Públicas (CFP), advierte en su último informe de que el déficit de Portugal está lejos de cumplir esa meta y al acabar el primer trimestre de este año suponía ya el 38 % de lo previsto para todo el año.

Además, la desconfianza de los mercados ante la crisis política abierta hace dos semanas con la dimisión de Portas como ministro de Exteriores, hizo que subieran los intereses de la deuda de Portugal en la emisión de deuda a corto plazo realizada este miércoles, que resultó la más cara del año. Si bien logró colocar el máximo de la emisión, 1.500 millones de euros, los bonos a doce meses se pagaron al 1,72 % (lejos del 1,23 % registrado en mayo) y los de cinco meses al 1,04 %, dos décimas más.

Con ese preocupantes escenario económico los tres partidos con mayor presencia en el Parlamento portugués vuelven a sentarse a negociar en busca de un compromiso político y económico que, de momento, no ha puesto a salvo a Passos Coelho de otra censura parlamentaria.

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