Golpes, patadas y trifulca en el parlamento de Kenia tras el nombramiento del nuevo presidente

Una vez celebradas las elecciones del 9 de agosto en Kenia, William Ruto fue declarado este lunes como el nuevo presidente de Kenia por la comisión electoral, en medio de grandes celebraciones de sus partidarios. Sin embargo, desde la campaña de su mayor opositor, Raila Odinga, se ha cuestionado la verosimilitud de los resultados y miles de personas han salido a la calle a protestar.

El parlamento de Kenia fue escenario, de hecho, de golpes, patadas y mucha tensión tras el anuncio del nuevo presidente. Los seguidores de Raila Odinga, su opositor, comenzaron a iniciar trifulcas y asestar puñetazos a los seguidores de Ruto y a los políticos de este con el objetivo de intentar de evitar una realidad inevitable.

Una vez que los resultados fueron anunciados en la sede de la IEBC en Nairobi, se escucharon gritos y peleas, el atril fue lanzado del escenario y la policía tuvo que intervenir para erradicar el desorden del lugar.

Pese a las dudas sobre la transparencia de los resultados y de cuatro de los siete comisionados que conforman la IEBC, Chebukati, presidente de la organización, defendió los resultados e invitó a los ciudadanos a ejercer sus derechos.

“Existe la opción de que la gente pueda acudir a la justicia y, por eso, instamos a los kenianos a ser pacíficos porque el imperio de la ley prevalecerá", aseguró en una rueda de prensa Juliana Cherera, vicepresidenta de la Comisión.

Según la ley keniana, si no hay ninguna impugnación ante el Tribunal Supremo después de los siete días de ser anunciados los resultados, Ruto debería asumir su cargo como primer mandatario de la nación a finales de agosto. De lo contrario, si existe alguna petición de impugnación, el Tribunal contará con 14 días para resolver la validez de la votación presidencial.

Las trifulcas electorales, un suceso repetitivo en Kenia

El país está incendiado y las peleas callejeras y el fuego no paran de arder. Estos escenarios ya se han convertido habituales en Kenia, y la violencia parece haberse asentado como el principal instrumento argumentativo en contextos de tensión política. En 2007 se registraron al menos 1.100 muertes, mientras que en 2017 más de 100 personas fueron asesinadas después de que la Corte Suprema anulara el resultado inicial por irregularidades en el proceso electoral.

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