Se la conoce como 'el submarino de la Gran Muralla China' porque se alza y se hunde en el agua cada cierto tiempo.
Se trata de un tramo de unos 50 kilómetros de longitud, que ahora tras ocho meses sumergido bajo un embalse, ha vuelto a la superficie.
La gran sequía que azota al gigante asiático ha descubierto de nuevo esta atracción turística.
Lo normal es visitar esta parte de la muralla buceándo aunque ahora, en seco, la expectación es mucho mayor.